Ballisaray Cap 21. Raíces chinas

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     —En Turquía he conocido a una persona muy hermosa que me recuerda a usted —le dijo a la señora.

     —Nadie es más hermosa que mi Mei —defendió el señor Huan Yue, alagando a su mujer una vez más y ganándose un pequeño empujón por su parte.

     —Ciertamente no es más hermoso, pero tiene unos ojos bellos, muy parecidos a los de su esposa —respondió Sehun—. Es un chico más o menos de mi edad, se llama Geyik.

     —Geyik es un lindo nombre —dijo Yia, la esposa de Kuan-Yin, mientras se acariciaba su abultado vientre.

     —No te aconsejaría nombrar a tu futuro bebé con el nombre de alguien con tan mala suerte como Geyik. Si sale igual que él, sería hermoso, pero triste.

     —¿Está enfermo tu amigo? —preguntó Kuan-Yin. A estas alturas toda la familia estaba prestando atención a la historia del conocido de Sehun.

     —No está enfermo, pero... trabaja sin parar y su jefe no lo trata muy bien.

     El señor Huan Yue empezó a dar una cátedra sobre explotación laboral y, entre opiniones y alegatos políticos, la conversación rebotó de un lado a otro y terminó la cena. La tarde siguiente, la octava desde su llegada, Sehun estaba en la cocina con las mujeres de la familia observándolas cocinar postres mientras pensaban en opciones de nombres para la bebé que pronto nacería. El médico escuchaba cada opción y preguntaba su significado, entretenido, hasta que la señora Mei dejó su quehacer y se sentó a su lado con una sonrisa derrotada.

     —Esto me recuerda a mi pequeño... Alguna vez me ayudó a elegir el nombre de mi hijo menor.

     —No se ponga triste —aconsejó Yia, la mujer embarazada, mientras continuaba con los alimentos.

     —¿De qué pequeño habla, señora Mei? —preguntó Sehun.

     —¿Nunca te lo conté? Tuve un niño después de Kuan-Yin, pero una tarde, mientras volvíamos de casa, lo arrebataron de mis manos. Jamás lo volví a ver...

     La nuera también dejó de lado la cocina para sentarse con ellos. Sabía que tenía un cuñado más por ahí o tal vez muerto, pero su suegra nunca hablaba de ello, ni su suegro, ni su esposo. Nadie. Y ella siempre había estado muy curiosa respecto a esa historia.

     —Les mostraré algo —dijo Mei antes de salir de la cocina, segundos después volvió con un par de fotografías. En una de ellas cargaba a un pequeño y sonrosado bebé, a su lado; el señor Huan Yue posaba con una enorme sonrisa mientras sostenía a Kuan-Yin, su primogénito. En la otra fotografía un pequeño de al menos cuatro o cinco años bebía jugo de una cajita de cartón mientras observaba a la cámara con ojos inocentes.

     —Este es mi bebé... Pocos meses después de tomar esa fotografía lo apartaron de mi lado.

     Sehun no se podía creer el enorme parecido que el niño de esa foto tenía con Geyik y movido por una curiosidad detectivesca empezó a hacer preguntas. Yia acariciaba su vientre mientras escuchaba esa horrible historia por la que su suegra tuvo que pasar. Creía que ella podría volverse loca si alguien intentara separarla de su hija. Pensaba que nunca lo superaría y que jamás sería capaz de hablar de ello sin llorar, contrario a como lo estaba haciendo ahora la señora Mei, que relataba todo sin una sola lágrima. El día diez, Sehun volvió a Turquía, en sus bolsillos traía el resultado de una suerte inesperada y de sus indagaciones certeras. En cuanto tuvo tiempo para hablar a solas con su amigo Kyungsoo, escuchó toda la horrible historia de Malik, el dios turco que finalmente había abierto su boca para dar algo más que un beso obligatorio.

     —Sehun, estoy impactado —confesó Kyungsoo—. No podemos denunciar a estas personas. Malik dice que algunos en la policía son parte de esta red de trata, a veces pagan por las mujeres o Kris les da dinero a cambio de silencio. Yo he ido casi todas las noches sólo para verlo, para asegurarme de que no tenga que acostarse con alguien. Hablamos durante horas hasta que Rabih llama a la puerta y me saca de ahí alegando que el Califa debe descansar. Valga decir que se han dejado un montón de mi dinero y por ello están más que alegres conmigo.

     —Kyungsoo... —respondió Sehun con su mirada fija en medio de la nada—Si mi vida tiene un propósito, definitivamente es este. Debemos sacarlos de ahí a como dé lugar. Yo también tengo una historia que contarte que te causará una úlcera estomacal similar a la que me has hecho tú a mí con la historia de Malik.

     —No estoy para historias chinas ahora, Sehun. Estoy hablando de Malik y Geyik, no de tu más reciente paseo, tenemos que concentrarnos en esto.

     —¿Qué me dirás cuando te cuente que fue en China donde empezó todo? Esta historia turca no viene desde Corea o España con tu rosa del desierto. Proviene desde China con mi gacela cantones.   

Continuará...

Continuará

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Ballisaray [Fanfiction EXO/ KaiSoo|SooKai-HunHan]Where stories live. Discover now