Ballisaray Cap 6. Çikolata

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     Malik abrió sus ojos, asustado. —No digas eso, mi gacela, ¿qué será de mi vida si no tengo a mi emir? ¿Quién me gobernará?

     —Si soy tu emir deberás ser gobernable para mí. Pronto te pedirán seducir a esos extranjeros, estoy seguro. Esta noche he escuchado hablar a Rabih y a Kris... Tú puedes hacerlo, mi joya. Puedes cegarlos con tu brillo, pero ten cuidado, no elijas al hombre alto, ve por el otro médico y será más fácil... ya he visto que te mira como si fueras un sultán.

     —Parece una buena persona...

     —Hay dos clases de personas con las que puedes ganar. Una, es la más inocente, bastará con que muevas tus pestañas ante ellos para que se enamoren de ti. La otra, la clase más sucia, bastará con que muestras la piel de tu muñeca para llenarlos de lujuria —explicó mientras le acariciaba esa parte del cuerpo—... y que se apresuren sobre ti.

     —¿Qué puedo hacer, mi gacela? Al doctor le he mostrado mucho más que la piel de mi muñeca —sonrió con picardía.

     —Si el doctor tiene ojos, ya se habrá hechizado... —dijo tocando los párpados de Malik— Si tiene corazón, ya se habrá enamorado... —mientras le acariciaba el pecho— Si tiene pene... —sentenció tocando el miembro de su compañero—ya debe estar excitado.

     Ese espacio geográfico de Capadocia era su zona más rural. El mercado era una calle de puestos coloridos a tiempo completo donde se podían encontrar toda clase de productos. Se trataba de un lugar relativamente pequeño en el que todos los habitantes se conocían aunque fuera solo con la mirada. Eran muy trabajadores y la más de las veces veces, religiosos. Sabían de la existencia de Aşk Sarayı como una atracción para extranjeros, pero a pesar de ello, nadie estaba al corriente de qué era lo que realmente ocurría dentro de esas paredes, solo escuchaban las inciertas leyendas...

     Los habitantes no tenían el dinero para visitar ese sitio y muchos de ellos tampoco poseían la intención de hacerlo. Habían escuchado que los demonios nacían y morían entre aquellos muros. Preferían mantenerse alejados, aunque de tanto en tanto mujeres bellas como las más nobles princesas, y jóvenes apuestos como príncipes salían ataviados en trajes que intentaban cubrir su hermosura. Siempre habían tenido curiosidad por esas personas, pero nunca se habían acercado porque entre más hermoso fuera su rostro, más fuerte la ira de Ascicikpasa, el demonio turco relacionado al amor y el erotismo, el que favorecía las intrigas secretas. Todo lo que los habitantes notaban, huía con el viento que se arrastraba hasta el desierto... tal vez fue así desde aquella vez que un hombre habló demasiado y más tarde apareció sin lengua, o tal vez desde que otro hombre escuchó de más y horas después fue encontrado sin orejas... No sabían desde hace cuánto callan, incluso la cuenta de esos días fue olvidada.

     Los tres médicos coreanos caminaban por el bazar, a Kyungsoo le encantaba el olor a humo y especias que flotaba en el aire, sus ojos se embelesaban con las artesanías turcas. Algunas mujeres tejían killims frente a ellos. El extranjero reconoció a un par de pacientes e hizo una pequeña venia para saludarlos; no es lo que se acostumbraba en aquel lado del mundo, pero él era coreano al fin y al cabo, habían sido muchos años de inclinarse y mostrar respeto para saludar, tanto que ahora su cuerpo se doblaba automáticamente. Sehun se detuvo ante un puesto de rahat lokum, ese dulce caramelo blanco de algodón y miel.

     —Se ha hecho adicto a comer de esa cosa mientras bebe café —explicó Kyungsoo a Joonmyeon.

     —Y sus favoritos son los de pistacho, igual que Winston Churchil y Napoleón... ¡Mira hasta donde llega su grandeza! —se burló Joonmyeon. Ambos médicos rieron mientras Sehun los ignoraba en pro de gastar mucho dinero en delicias turcas.

Ballisaray [Fanfiction EXO/ KaiSoo|SooKai-HunHan]Where stories live. Discover now