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Zach.

Cuando terminé de hablar por teléfono con mis padres entré a la cocina esquivando a todos los chicos ebrios que se cruzaban en mi camino. Me pasé las manos por el cabello y tomé una respiración profunda. Sentí que alguien me estaba observando en el marco de la puerta, me volví en esa dirección y la vi allí, parada a pocos pasos de distancia, tenía el cabello revuelto y se había puesto un vestido rojo que se ajustaba a su figura, no me sorprendí de que estuviera allí.

—¿Qué quieres? —exclamé cruzando los brazos y mirándola interrogante.

—¿De qué hablas? Solamente vine a preguntarte si lo estás pasando bien en mi fiesta —respodió ella tranquilamente dejando la copa que tenía en la mano sobre la barra.

—No está tan mal, aunque habría preferido ir a otro sitio en compañía de mi novia —le aclaré con absoluta sinceridad.

—Melodie está acostumbrada a esto, ¿lo sabías? Las fiestas, los bailes, la música, el buen ambiente, ese era su modo de disfrutar la vida antes de conocerte... últimamente no la reconozco —confesó Ashley con una medio sonrisa en los labios—. A ti tampoco te reconozco Zach Becker, has cambiado tanto.

—Al menos yo puedo decir que he cambiado para bien, pero qué hay de ti, sé que no tienes buenas intenciones Ashley —le dije manteniendo una expresión seria.

—Quizás es cierto, puede ser que mis intenciones no sean del todo buenas, ¿y eso qué importa? hoy en día nadie es perfecto, todos ocultamos cosas —exclamó ella caminando lentamente hacia mí, tomó dos copas de la barra y me ofreció una mirándome con una sonrisa inocente—. Tómala, si no lo haces daré por hecho que me tienes miedo.

La miré con los ojos entrecerrados, buscando la verdad a través de sus palabras, sosteniéndole la mirada a profundidad.

—¿No confías en mí? ¿qué es lo peor que podría pasar? Anda Zach, tómale un sorbo, no seas estúpido —murmuró sin apartar sus ojos celestes de los míos.

Al final me di cuenta que esa conversación no terminaría bien, ella no parecía estar mintiendo, de ser así me habría dado cuenta inmediatamente, pero no vi nada oculto en su mirar, quizá estaba equivocado y ella simplemente quería conversar sin segundas intenciones.

Le arrebaté la copa de la mano y me tomé el contenido de la misma de un solo trago, era una mezcla de alcohol y whisky, el líquido me dejó un sabor amargo y una ligera sensación de ardor en la garganta, yo no acostumbraba beber licor o vino, prefería las cervezas y solamente bebía en ocasiones especiales.

—No confío en ti, Ashley, esa es la razón principal por la que Melodie debe alejarse de ti, eres una mala influencia para ella —puntualicé mirándola con neutralidad.

—No soy tan mala como parezco, cariño —exclamó ella tranquilamente retrocediendo algunos pasos y dejando la copa sobre la barra antes de volverse hacia mí—. pero muchas veces las apariencias engañan.

Repentinamente comencé a sentirme muy mareado, todo a mi alrededor daba vueltas y sentía que en cualquier momento iba a perder el equilibrio, tuve que apoyar las manos sobre la barra para mantenerme de pie, caminé algunos pasos hacia el marco de la puerta y me aferré con fuerza a la pared para no caerme, miré hacia enfrente, los invitados iban de un lado a otro, la música se escuchaba muy lejana, las risas y las voces me aturdían cada vez más, todos se movían en cámara lenta, veía borroso todo lo que ocurría en la pista de baile, en la piscina y en la segunda planta de la mansión, no podía ver nada con claridad, absolutamente nada.

Cerré los ojos con fuerza y los volví a abrir segundos después, pero la sensación de mareo no desapareció, al contrario, se intensificó mucho más, las luces de los reflectores comenzaron a lastimarme la vista, la música resonaba una y otra vez dentro de mi cabeza que ya comenzaba a punzarme. Me sentía perdido y desorientado, ya no podía pensar con claridad, la cabeza me daba vueltas y tenía la sensación de estar a punto de desmayarme. Tenía dos teorías, quizás el alcohol me había hecho efecto muy rápido o Ashley me había tendido una trampa y yo había caído en su juego por idiota.

PerdiéndonosWhere stories live. Discover now