Perdiéndonos

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Citas, las personas utilizan términos como ese para definir un momento y espacio que comparten dos personas que tienen algo en común, este no es el caso, Logan y yo no somos ese prototipo de pareja, ni siquiera puedo decir que somos oficialmente una pareja.

Aunque muchos ya dan por hecho que él y yo tenemos algo, dicen que soy su chica, esa idea no me disgusta y no me resulta molesta, y al parecer a él tampoco.

Digamos que no somos novios, solamente salimos juntos, además, nunca me ha gustado estar atada a un chico, y Logan no tiene fama de chico inocente y fiel. Soy consciente que tiene medio instituto a sus pies, las chicas mueren por él y algunas de ellas le demuestran su admiración rogándole una oportunidad, no entiendo por qué hacen eso, él no es un rey y yo no seré su reina.

Después de mi última conversación con Zach el ambiente entre nosotros se sintió diferente, menos tenso y más tranquilo, o al menos así fue hasta que una llamada interrumpió nuestro juego de miradas. Respondí y al otro lado de la línea escuché la voz de Logan, él dijo que quería verme, que estaba pensando en nuestra última conversación y yo me quedé muda, no sabía qué decirle. Zach se tensó y encendió otro cigarrillo para después colocar el mismo entre sus labios, me miró, se inclinó hacia mí y murmuró cercas de mi oído, —Dile que tú también estabas pensando en él, eso le gustará—, dicho eso se alejó y lo perdí de vista tras los arbustos.

Estuve pensando en sus palabras, día tras día, minuto tras minuto sin entender sus códigos. Zach y Logan eran totalmente opuestos, no entraba en mi cabeza la idea de ellos dos teniendo una conversación normal.

—¿En qué piensas? —me preguntó Ashley tomando asiento a mi lado.

—En un trabajo de literatura —mentí mirando el plato de ensalada en la mesa, no tenía apetito, estaba perdida en mis pensamientos.

—Te vi el otro día hablando con Zach, sentí curiosidad por saber de qué hablaban —dijo ella intrigada esperando una respuesta.

—No hablábamos de nada en particular, la palabra correcta sería... que discutíamos. Él huye de mí todo el tiempo, pero... —dejé mis palabras en el aire al verlo aparecer en la cafetería con la sudadera del equipo puesta. Él se acercó a la máquina de bebidas, metió un billete en la misma, segundos después salió de la parte posterior una soda de fresa y él la tomó. Un grupo de chicos pasaron por su lado, ellos murmuraron algo entre risas, al parecer dijeron algo que lo molestó mucho, pues Zach empujó bruscamente a uno de ellos y su mirada buscó la mía, noté un brillo desconocido en su mirar, pero antes de que pudiera descifrarlo se abrió paso entre ellos, empujándolos para salir de la cafetería.

Ashley notó que estaba mirando un punto fijo y miró en la misma dirección.

—Pero... ¿Qué?

Entendí a qué se refería y sin divagar dije:

—Pero yo busco la manera de estar siempre detrás de él, aunque es insoportable, creo que congeniamos bien.

—Hey, Hayley, no vayas tan rápido, querida, los chicos como él buscan impresionarte con esas actitudes para que vayas detrás de ellos. No te dejes engañar... será mejor que no te acerques a él, aléjate de su oscuridad.