Al conocerlo él me envolvió en su penumbra, yo ilumine su camino y nos sumergimos juntos en el limbo de la perdición. Él y yo, somos luz en la oscuridad.
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Hayley Melodie es una chica que ve más allá del bien y d...
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Una vez que terminó el aburrido discurso de bienvenida de la profesora Anders, salí del salón junto con las chicas.
Me sentías bien después de haber tomado dos clases y presentarme oficialmente con mis compañeros de aula.
—Me enteré de que a Logan le gusta una nueva chica, dicen que mañana la invitará a salir —le dijo Tara a Ashley y se miraron la una a otra con complicidad.
—¿Logan? —pregunté mientras buscaba el celular en mi mochila.
—Sí, Logan es el típico bombón por el que todas las chicas se derriten, en este colegio nadie se resiste a sus encantos.
Asentí y ellas rieron mirándose la una a la otra, yo intenté unirme a ellas, pero no llegue a entender de qué se estaban riendo.
—Cada año, él invita a salir a la chica que más le llama la atención y la lleva a una fabulosa e inolvidable cita romántica.
No pude evitar fruncir el ceño ante ese comentario. Mi primer pensamiento fue: «No puede ser que alguien tan superficial sea alabado como un dios solamente por su aspecto.»
En lo personal, yo detestaba a los chicos presuntuosos y creídos, me disgustaba que tuvieran el ego por los cielos, al grado de elegir a las chicas como si fueran un objeto que se puede comprar y tirar, con la única intención de complacerse a sí mismos.
Vaya patán debía ser ese chico. De solo pensar en él se me revolvía el estómago.
—Eso suena absurdo, ¿qué clase de persona tan superficial elige a las chicas como si fueran premios de una rifa? Yo no saldría con él y pienso que ninguna chica con un poco de cerebro debería considerar acercársele —comenté, sacando a la luz mis argumentos.
—Amiga mía, acabo de decirte que cualquier chica que lo ve cae rendida ante él —exclamó Ashley sonriente.
Se veía bastante convencida de que todo lo que se decía del tal Logan era cierto.
Rodeé los ojos y negué con la cabeza. Vale, quizá muchas chicas iban detrás de él y lo adoraban como a un dios porque tenía la apariencia y el atractivo suficiente para creerse todo un galán, pero si algo he aprendido en mis últimos años como estudiante es que no debes dejarte guiar por las apariencias. Mi subconsciente solía decírmelo a menudo: «Que sea un cara bonita no te garantiza que no termine comportándose como un idiota.»
—Como sea, hablemos de otro tema. Hace un rato escuché que aquí organizan una fiesta de inicio de curso —dije con cierto interés, pulsando repetidas veces el touch de mi celular que por alguna razón desconocida no respondía.
—La organizan todos los años los estudiantes de último curso, es una fiesta muy divertida a la que todos están invitados, incluso los maestros se divierten antes del inicio de clases. ¿No es estupendo? —me explicó Tara, mostrándose infinitamente emocionada.
