· t r e i n t a & o c h o ·

26.7K 2.4K 543
                                    

La mayoría de los jugadores del equipo estaban en el jardín trasero

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La mayoría de los jugadores del equipo estaban en el jardín trasero. Ben incluido.

Al vernos llamaron a Kai y le felicitaron por las buenas jugadas que había ideado. Me hubiese gustado asistir, pero tuvieron que ir fuera de casa y solo el equipo de animadores les acompañaba.

Ben se mantuvo a una distancia prudente. Él también llevaba comportándose de forma extraña unos días, más apagado. Aunque no me iba a quejar si así dejaba finalmente de molestarme.

—¡Vamos, hombre! —Gritó Taylor cuando vio el refresco de Kai—. Tómate una cerveza con nosotros.

Él se negó, y pasó el brazo por mis hombros. Me sentí un poco extraña en medio de todos ellos.

—Conduzco, y soy responsable.

Algunos se quejaron, pero todos sabían que él tenía razón. Por mi parte yo sí vacié mi vaso, y me fui de vuelta a la cocina para rellenarlo. Kai se ofreció a acompañarme pero le dije que no hacía falta, podía yo sola.

Lo cierto es que aquellas fiestas no terminaban de gustarme. Hubo un momento que sí lo hacían. Cuando Mía, Emma y Liam también venían. Llegábamos juntos, intentando pasar un poco desapercibidos, y nos divertíamos en grupo. Porque eso es lo entretenido de las fiestas: estar con tus amigos.

Y no es que me lo pasara mal con Kai. Simplemente el recuerdo de lo que una vez fue ir a una fiesta, y en lo solitario que se había convertido, me generaba cierto malestar.

Terminé de servirme el refresco y me dispuse a regresar al jardín sin que ningún borracho me llevase por delante, cuando algo captó mi atención. Mía estaba en una esquina contraria a la habitación, apoyada contra una pared, bebiendo y mirando su teléfono. Estaba sola.

Unos metros más allá encontré a las dos chicas con las que la había visto salir cuando dejamos de hablarnos. De vez en cuando la miraban, cuchicheaban y se reían, pero no se acercaban. Mía seguía con su teléfono, actuando como si no las hubiese visto... pero yo sabía que no era así. Ella siempre era consciente de lo que la rodeaba.

Pero, si no estaba con Ben y tampoco hablaba con esas chicas, ¿qué hacía en aquella fiesta, sola?

Durante unos segundos pensé en acercarme. Incluso llegué a dar un paso hacia ella, pero alguien se interpuso en mi camino y decidí tomarlo como una señal del destino. Regresé al jardín, junto a Kai, que me sonrió y volvió a acercarme a él.

A pesar de que ese gesto debería hacerme sentir reconfortada, a pesar de que sabía que no estaba haciendo nada malo... me sentí como la peor persona del mundo.

*****

EMMA: Vale, te doy la razón en que es raro que esté ahí sola. Pero es mayorcita y no es tu responsabilidad. Ni siquiera es tu amiga. Tú relájate y disfruta de la fiesta.

Una Traviesa VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora