15 La guerra en las sombras

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Aeródromo de Trípoli, Libia

1 de enero de 1973


Diana sacó su espada de la garganta de uno de los guardias que acababa de matar. WildCat estaba limpiando su propio cuchillo después de degollar a otro guardia. Uno de los guardias todavía estaba parcialmente vivo, por lo que Steve se acercó y lo derribó con un solo disparo de su Beretta con silenciador.

Penny-One y Wilson se adelantaron, este último cargando su rifle de francotirador M14.

-El aeródromo está más adelante. Movámonos... – instruyó Steve, y WildCat y Diana lo siguieron mientras se acercaban al punto de observación. Penny-One se les unió por la izquierda y se puso en posición –

Subieron por el pequeño edificio hasta que vieron toda la pista de aterrizaje. Un avión de carga bastante grande estaba listo para despegar, y cerca había al menos una docena o más de vehículos, algunos de ellos con ametralladoras montadas. En cuanto a los hombres en el suelo, había un montón de ellos. Más de los que habían estado presentes en el apartamento de Qasim.

-Bueno... ese cabrón de Qasim no estaba mintiendo – dijo Steve, mirando la escena de abajo –

-Es como una jodida convención de chicos malos – comentó Penny –One –

-Wilson, ponte en posición con ese rifle de francotirador – ordenó Steve, y luego vio a su esposa – Diana, escanea el área. Necesitamos una identificación positiva de Svoloch antes de que las cosas se pongan dificiles.

Wilson se puso boca abajo y colocó el bípode de su arma, ajustando la mira para que su línea de visión estuviera despejada. Diana sacó sus binoculares y miro la escena de abajo.

-¿Alguna señal de Svoloch? – Preguntó Steve –

-No, todavía no... – dijo Diana, buscando señales de él por todas partes. Vio a milicianos libios haciendo guardia, pero ninguno de ellos se parecía a Svoloch. Esperaba que Qasim no mintiera o mataría al bastardo ella misma cuando regresaran a Estados Unidos –

Tras una nueva observación, echó un vistazo más a los hombres en el suelo. Qasim dijo algo sobre un trato, pero ¿con quién?

Fue entonces cuando Diana reconoció los uniformes de los soldados rusos.

-Mierda... – dijo Diana en voz alta – Spetsnaz.

-¿¡Que!? – Penny-One parecía sorprendido – ¿¡Qué diablos están haciendo aquí los rusos!?

-Nada bueno, inglesito... nada bueno – respondió Steve –

-¿Abortamos? – Preguntó Diana. La prioridad de su misión era asesinar a Svoloch, pero la presencia de agentes Spetsnaz en Libia cambió las cosas –

-No. Continúen según lo planeado. Svoloch muere esta noche – les dijo Steve – Vamos, tenemos un trabajo que hacer.

-Camión entrando por la izquierda – dijo WildCat, y tanto Diana como Wilson dirigieron su atención al vehículo entrante. Nadie se destacó entre los libios o los rusos, por lo que Svoloch tenía que estar allí –

El camión se detuvo y alguien salió del asiento trasero con una chaqueta azul de algún tipo. Definitivamente se destacó entre todos los demás en el aeródromo en este momento.

-¡Creo que podría tener los ojos puestos en Svoloch! – Diana exclamó –

-Espera, necesitamos una identificación positiva o todo esto se irá a la mierda – ordenó Steve – Diana... ¿puedes distinguir su cara?

-Todavía no, está de espaldas – respondió Diana. Desde la parte trasera del camión, dos socios suyos llevaban una caja hacia adelante. Uno de los operadores de Spetsnaz que vestía un pasamontañas se acercó por el otro lado, y por la forma en que se acercó y estaba hablando con el tipo de la chaqueta azul tenía que haber sido el líder del grupo. Los dos hombres abrieron la caja y el ruso metió la mano dentro, sacando lo que parecía una especie de pistola.

HABIA UNA VEZ... UNA PRINCESA AMAZONAWhere stories live. Discover now