4 CHOQUE DE MUNDOS

40 3 8
                                    

Como el buen piloto que era, Steve voló desesperadamente hacia el oeste, hacia Francia, pero fue interceptado por un escuadrón de cazas alemanes que patrullaban las aguas entre Inglaterra y Francia, por lo que tuvo que girar su avión robado hacia el sur y entonces fue perseguido hasta que llego de nuevo al espacio aéreo alemán. Eran tres aviones alemanes en total, a los que Steve tuvo que despistar en las nubes. Después de una maniobra arriesgada, casi llegando a la atmosfera, por fin pudo perderlos. Pensó que estaba despejado hasta que se enteró por la radio de que otro escuadrón despegaba de una base aérea cercana.

Steve pudo evitarlos porque escucha la charla alemana a través de la radio. El avión tenia combustible adicional a bordo, por lo que pensó podía reabastecerlo sin aterrizar, pero justo cuando volaba sobre el sur de Alemania, fue interceptado por otro par de Stukas alemanes. No eran los mejores pilotos, por lo que Steve decidió enfrentarlos. Fue en picada directo a uno de los aviones que ascendía disparando directo hacia él. Steve no dudo y puso su dedo en el gatillo, sin soltarlo. Sin hacer otra maniobra, pudo acabar con su rival, y en la confusión, el piloto alemán choco contra su compañero. Al fin se había librado de los cazas alemanes.

Pero rato después, noto que su motor hacia ruidos extraños. Casi de inmediato, se dio cuenta de que su avión si había sido alcanzado por las balas alemanas. Volaba sobre el Mar Mediterráneo cuando el motor de su avión se murió.

Después de que Barda se curó, fue enviada al mundo de los hombres para cazar a las "Sombras". Diana estaba enojada, mientras se la pasaba encerrada en su habitación negándose a entrenar, comer o ver a sus amigas. Finalmente, después de varios días, Hipólita fue a ver a su hija, pero Diana se negó a permitirle entrar. Incluso cuando sacaron a los guardias de su puerta, ella permanecía recluida.

Finalmente, después de semanas, el hambre se apodero de ella y Diana fue a las cocinas, donde preparo su propia comida, dándose un festín lo suficientemente grande para dos personas. Después de comer, Diana fue a los establos y agarro a su caballo. Simplemente se fue cabalgando por el campo de Themyscira. Viendo al cielo, pensó en lo que había hecho. Se sentía mal por Barda, pues la había lastimado, pero también quería saber por que la limitaban tanto. ¿Qué era tan importante que su madre no quería que Diana alcanzara su máximo potencial?

Cabalgo mas rápido para tratar de sacarse esos pensamientos de la cabeza. Cuando llego a la playa el sol estaba en su punto más alto. Miro a lo lejos y vio algo que caía del cielo. Parecía un pájaro de metal está en llamas y se dirigía hacia la barrera.

Antes de que el avión golpeara la barrera mágica que protegía a la isla, alguien salto cuando el avión exploto contra el muro mágico. Atrapada por la curiosidad, Diana brinco de su caballo y corrió a toda velocidad hacia la playa. Salto dos millas y se sumergió en el agua mientras descendía rápidamente. Al nadar, encontró a un hombre que parecía ahogarse. Ella lo tomo por los hombros y nado de regreso a la orilla.

-Un hombre... – dijo Diana con asombro al ver al muchacho que reposaba sobre la arena. Sin embardo, se puso en alerta al ver un arma atlanteana en el cinturón de este. Ella levanto al hombre y lo llevo a su caballo –

Mientras Diana cabalgaba por las calles de la ciudad con un hombre en su caballo, las amazonas lo miraron con asombro. Algunas estaban enojadas, otras solo eran curiosas.

-¡Diana! ¿Te has vuelto loca? – pregunto la sanadora principal cuando Diana puso al muchacho a descansar en una de las camas –

-¡Él estaba cargando esto! – Diana le enseño el arma avanzada –

-Un arma atlanteana... – la sanadora se asombró mientras le quitaba el arma a la princesa –

-Quiero respuestas... ¡cúralo!

HABIA UNA VEZ... UNA PRINCESA AMAZONADonde viven las historias. Descúbrelo ahora