5 EL ENEMIGO DE MI ENEMIGO

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Era el plan perfecto. Darle a los poderes del Eje armas atlanteanas y luego a los Aliados, para dejar que se destruyeran entre sí y luego, cuando todo hubiera empeorado entre ellos, los ejércitos submarinos invadirían la superficie, para que finalmente la Tierra pertenecería de nuevo a los Hijos de Poseidón. Y sin embargo, de alguna manera su plan perfecto se había arruinado. La amazona le exigió que le diera la corona de Agamenón. Cuando el Gran Rey cayó hace tantos años, su Padre, el Rey Aximus, robó la corona del gran conquistador cuando murió.

Nereus estaba a punto de contactar al "humano" que le había sugerido el plan, cuando sonó el cuerno de Neptuno. Significaba un llamado de la superficie, una que el rey no podía ignorar. Así que para salir a tierra firme fue con su guardia real. Tomaron unos submarinos avanzados y salieron de la Atlántida.

El punto de encuentro era una isla pequeña en medio del Atlántico. Y allí, en la pequeña isla, justo cuando el rey Nereus y sus tropas desembarcaron, ya había una mujer con piel de guepardo y un encapuchado esperándolos.

-Saludos, gran Rey Nereus... Soy Felix Fausto – dijo el encapuchado. Nereus reconoció su voz, definitivamente era la que le susurraba en sus sueños el plan contra los ejércitos de la superficie – Y esta es Cheetah, la campeona de Cronos.

-No te atrevas a pronunciar ese nombre en mi presencia! – grito el rey atlanteano –

-Tengo entendido que nuestros planes se vieron frustrados por un espía estadounidense y las amazonas, por lo que debemos de acelerar las cosas. Cronos ofrece un trato... – siguió explicando el mago – Danos la llave del Monte Tártaro. Lo liberaremos de su prisión, y después de que los antiguos dioses hayan caído, Cronos destruirá a las amazonas y te dejará este mundo.

Nereus no lo pensó más. Sabía que Cronos tal vez podría engañarlo, pero estaba seguro que él era más astuto que sus tretas. Félix Fausto entonces vio la oportunidad y le estrecho la mano al atlanteano.

-¿Tenemos un trato? – pregunto Felix –

-Si... – respondió Nereus con una sonrisa maliciosa en su rostro –

HABIA UNA VEZ... UNA PRINCESA AMAZONAМесто, где живут истории. Откройте их для себя