UN AMOR EN PEDAZOS. [COMPLETA]

EXTRA PA' LLORAR.

Jack.

Miércoles 6 de Diciembre del 2015.

Miro a mi alrededor y todo esta cubierto de hojas secas, el otoño esta siendo helado y se siente de la mierda porque el frío esta más insoportable que en invierno. Ha llovido un poco y todo se encuentra resbaloso. Todo un fastidio pero no lo peor de mi vida.

Vuelvo la atención al motivo de mi inquietud y me seco las manos contra la tela de mi pantalón antes de tocar la puerta sin mas tiempo que perder, esta no tarda en abrirse y por un momento imagino que me abrirá alguien más, por un segundo espero verla a ella y la verdad es que no me cuesta admitir que mi corazón se encoge al reparar en que nunca más escucharé sus quejas acerca de aparecer sin invitación. Todo eso ya no volverá a pasar en esta vida.

- Jack, pensé que no vendrías - vuelvo a la realidad y miro a la mujer que me inspecciona con sus tristes ojos negros.

El incomodo silencio que se forma por mi falta de respuesta me hace mover el pie contra el suelo de forma nerviosa, la mujer frente a mi se aclara la garganta y la veo hacerse a un lado para que pueda pasar pero no me muevo, no puedo hacerlo.

- ¿Aun no te sientes listo para entrar? - pregunta.

- Solo... solo necesito un minuto a solas - murmuro y asiente, me sonríe antes de desaparecer de mi campo de visión.

Me paso ambas manos por la cara y respiro muy hondo, de donde estoy puedo observar las escaleras y un sentimiento de aprensión se instala en mi pecho al recordar las veces que subí por ella para ir a su habitación.

Sin sentirme tan fuerte para darle muchas más vueltas al asunto doy un paso dentro de la casa y la familiaridad de cada rincón me hace apretar las manos a mis costados, a donde sea que ponga mis ojos puedo verla sonriendo o puedo vernos discutiendo en broma por cualquier tontería.

Miro las paredes llenas de fotografías que reconozco pero también de algunas recién colocadas, doy un paso con la intención de acercarme a una de las nuevas para poder apreciarla mejor pero la madre de Isabella aparece y me mira con tristeza.

- La mayoría de sus cosas ya no están, solo me faltan las más personales y quería ver si no deseabas quedarte... con algo - explica con suavidad - Luis me dijo que no pensabas venir y que pronto te iras a la Universidad - le doy un asentimiento apenas visible.

Y es que últimamente parezco más un palo que una persona.

- Yo sé que estas enojado conmigo, Jack, que cuestionas mi papel de madre y que crees que tengo la mayor parte de la culpa, lo entiendo y lo acepto, yo también creo todas esas cosas - le sostengo la mirada imperturbable - No quiero ni necesito que me perdones porque a la única persona que le falle... ya no esta y eso siempre vivirá conmigo pero si de algo vale decirlo lo diré - suspira - Lo siento - vuelvo a asentir.

Y es que hace semanas no me salen las palabras con nadie, hace semanas no hablo con ninguna persona y la unica voz que escucho es la de mi jodida cabeza que no deja de torturarme.

- Puedes quitarte el abrigo y dejarlo ahí - señala el sofá y me deshago de la prenda porque la verdad es que estorba mucho - Bueno, subamos a su habitación de una vez - la sigo por las escaleras sin decir nada.

Cuando estoy frente a su puerta abierta me detengo sin poder seguir avanzando, la mujer voltea a verme y creo que lo entiende cuando desvío la mirada hasta su primera habitación, donde ocurrió lo mas trágico.