UN AMOR EN PEDAZOS. [COMPLETA]

CAPÍTULO 28.

Sábado 1 de Agosto del 2015.

Termino de vestirme y me observo en el espejo de cuerpo completo, llevo un vestido floreado que me deja ver que he bajado un poco de peso porque anteriormente me quedaba ajustado.

Camino hasta mi mesita de noche y tomo mi celular junto con algo de dinero, el aparato suena con un mensaje y lo reviso viendo que se trata de Luis.

Hoy es su cumpleaños y nos invitó a una noche divertida en su casa, según lo que vi en sus mensajes sus padres no estarán en casa dándole pase libre para hacer lo que se le venga en gana.

Ya estoy por llegar, la desesperación es un defecto.

Envío como respuesta de su mensaje.

Salgo de mi habitación y bajo las escaleras, camino en dirección a la cocina donde entro para ver si mi madre esta allí pero no hay rastro de ella. Supongo que esta en la habitación con su novio.

- ¿A donde vas, linda? - me giro bruscamente hacia la voz masculina.

El novio de mi madre pasea sus ojos por mis piernas descubiertas y eso me hace sentir coraje y miedo a la vez, salgo de la cocina para no sentirme acorralada y me acerco a la puerta.

- ¿En donde... esta mi mamá? - pregunto alerta.

- En la habitación durmiendo - responde y sonríe maliciosamente - Ahora ¿a donde vas? - agarro las llaves del auto sin perderlo de vista.

- No tengo porque darte explicaciones - señalo y trago grueso cuando ríe.

No desconfies de todos.

Debemos hacerlo.

- Tu madre te deja hacer todo lo que quieres ¿verdad? - retrocedo cuando avanza un paso hacia mi.

- No es tu problema.

- ¿Eres así de grosera con todos? - esta vez su mirada burlesca baja a mis pechos.

- Dile... a mi madre que salí - murmuro asustada.

- ¿A donde exactamente? - pregunta y respiro hondo.

- Solo dile que lo hice - abro la puerta detrás de mi como puedo.

- ¿Y si no lo hago? ¿Si le invento algo malo de ti? - ríe como si se estuviera divirtiendo con toda esta situación.

- Me importa una mierda lo que hagas, esta es mi casa y no confío en ti - le hago saber haciéndome la valiente.

- No me hables así, linda - chasquea la lengua - Sé mucho de tu pasado - aprieto las manos.

- ¿Me estas amenazando? - de espaldas doy un paso afuera temiendo darme la vuelta.

- Claro que no, niña, no seré un problema para ti... tienes suficiente con tu asquerosa vida.

- No me hables así - exijo con la cara en alto pero temblando por dentro.

- Diviértete, Isabella - me da la espalda y camina hacia las escaleras.

Cierro la puerta con algo de fuerza y corro hacia auto de mi madre, cuando estoy adentro con los seguros puestos le escribo un mensaje que le explica que pasare la noche en casa de Luis.

No quiero dormir aquí con ese hombre rondando por ahí.

Empiezo a conducir y no me toma mucho tiempo llegar al haber excedido los limites de velocidad. Cuando toco la puerta de la casa de Luis quien me abre es Jack y sonríe de manera incomoda.