28. El mensaje

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Se había armado un escándalo luego de que salí. Muchas personas y razas murmurando entre ellas, era extraño. No tenía idea de a lo que me estaba enfrentando, pero al menos tenía la sospecha de que sería algo que requiriera de mi fuerza, o algo por el estilo. Creo que esa era la imagen que muchos tenían de mí.

Vaya fue mi sorpresa cuando nada más salir, Apaya y yo fuimos rodeados de nuevo por los Goron y algunos Orni, nos iban a escoltar otra vez de vuelta a la meseta. En ese momento pude hacer contacto visual con Teba una vez más, podía notar cierto cuestionamiento de él hacia mí, como si se preguntara si el tiempo en prisión me habría servido.

—Muy bien, ya saben cómo es esto. —nos dijo Teba en un tono de seguridad.

Acto seguido, Teba emprendió vuelo junto con otros Orni, mientras que los Goron esperaron a que nos subiéramos a Epona para seguirnos. Fue así como nos pusimos en marcha para atravesar el largo puente de Aquame.

Honestamente para ese momento me sentía con dolor en la cabeza, veía los campos de Hyrule inmersos ya en la oscuridad de la noche, y sentía que no podía disfrutarlos. Al final, los parámetros de mi libertad habían sido establecidos ya, por Riju, y me tendría que conformar con la meseta. Igualmente, necesitaba que Apaya me diera respuestas, y quería revisar mi primer diario de una vez por todas.

...

La llegada a la meseta habría sido silenciosa de no ser la ruidosa rodada de los Goron, aún así, de cierta manera creo que ayudaban al ambiente. Subimos la rampa que da acceso a la meseta, tan iluminada por las antorchas en las paredes, y pude ver una vez más el interior de la nueva ciudadela. Llena de luces por las antorchas, los interiores de las casas y alguna que otra fogata recién apagada, creo que ya eran buenas horas de la noche porque no había mucha gente afuera que viera nuestra llegada.

Teba y los Orni bajaron de los cielos en cuanto terminamos de subir la rampa, entonces nos detuvimos y Apaya bajó de Epona para darme una mano.

—Bien. Me dieron la orden de tener que decirte tus indicaciones, Link. —comenzó Teba algo reacio a su orden y sacando un pequeño pergamino. —Puedes moverte libremente por la meseta y la ciudad siempre y cuando no molestes las actividades agrícolas, o entrar sin invitación a una casa ajena.

—Lo dices como si lo hiciera seguido... —le comenté algo extrañado.

—Link... —me dijo Apaya en tono de regaño.

Me sorprendí, era extraño el que mi esposa me hablara así.

—Lo siento. —dije sencillamente.

—En todo momento habrá vigilantes por la meseta, especialmente en los muros que la rodean. —siguió Teba. —En ellos habrá Orni sobrevolando, y Goron estacionarios. Todos con autorización para detenerte si intentas salir sin autorización. —me dijo severamente.

—Comprendo. —dije sin inmutarme mucho.

—Dentro de la meseta habrá soldados Gerudo y algunos Zora. Igual, autorizados para evitar que salgas o provoques algún conflicto.

—¿Provocar? —pregunté extrañado.

—Sí. —me dijo sencillamente.

Yo lo miré extrañado, tenía certeza de que él sabía que no era violento con los demás. Bajó el pergamino y me miró a los ojos.

—Mira, Link, solo te estoy diciendo las indicaciones que me dieron. —me dijo gesticulando un poco. —No me veas de esa manera.

Desvié un poco la mirada.

—¿Tú crees que soy peligroso? —le pregunté seriamente.

—No. —me dijo seriamente. —No al menos en la forma que estás pensando.

Recuerdo de un Reino [#2] - Link x Apaya - TLOZ Breath Of The Wild +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora