🌙 A Soldier's Duty 🌙

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Castillo del Emperador.

El basilisco número 3 se encontraba en su celda, abrazandose a el mismo con algo de miedo.
Desde hacia días el sabor de su boca no desaparecía.
Ese sabor tan tierroso, el amargo aún se encontraba en su lengua y dientes con un enorme disgusto de experimentar cada vez que tragaba saliva o siquiera pasaba su lengua por sus colmillos.

Definitivamente... Ese Guardia Dorado, no era algo normal.
Una bruja o demonio común que posee siquiera una pizca de magia en su saco biliar, tenía un sabor único en su magia, pero ese mocoso no era normal.
Lo sabía, primero trato de absorber su magia y estaba hueco como una clase de cáscara, cuando dió la segunda vez en la cual abrió el hocico para succionar algo (energía vital o lo que fuera) ahí de verdad pudo saborear aquel amargo ... No, repulsivo ... Lo que fuera que había sentido en sus fauces esa ocasión.

El rechinar de una puerta hizo a Número Tres levantarse de su jaula y apoyarse contra los barrotes, algún soldado seguro le iba a ir a dejar agua o comida, desde hacia unas horas no recibía nada.
Fue cuando al acercarse, el basilisco se percató que no era un soldado, sino el Emperador en persona entrando a las mazmorras.

Número Tres aferró sus garras a los barrotes de metal y grupo, mostrando su hilera de dientes en el proceso.

- Tu - Escupió el basilisco al ver a Belos acercarse a su jaula, el Emperador se mostraba bastante intrigado como si viera a un animal de feria en su mostrador.

- Vaya, Tres - hablo Belos en un tono particularmente divertido - Debo decir, que pensar que serías así de desprevenido para irte directo a una escuela me decepciona viniendo de una criatura como tú...

- Será mejor que cierres esa boca porque sino...- amenazó el basilisco, busco extender su cola pero está se encontraba encadenada y aplastada sobre una pesa.

Belos rio ligeramente por ese intento.

- Adorable, es una lastima que cuando creces pierdes el encanto - comento el emperador - En realidad, no vine a torturarte, sino a pedir aclaraciones importantes.

- ¿Disculpa?- pregunto el basilisco con una ofensa en su situación - ¿Tu? ¿Pidiendo algo de mi? Vaya mala broma del Titan...

Número Tres le dió la espalda a Belos y se fue hacia una esquina de su jaula.

- Pues, sea lo que sea... No ganas nada de mi - dijo el basilisco de forma resentida.

- En realidad...- comento Belos, apoyo una mano sobre los barrotes, fue cuando su mano se deformó de forma violenta a una masa viscosa de carne y restos de hueso, extendió está dentro de la jaula para atrapar del rostro al basilisco, y estamparlo contra las rejas con fuerza.

- Me acabas de poner en un pequeño aprieto ...- dijo Belos en un tono tranquilo pero su forma bestia estaba siendo retenida de alguna forma, pero sus emociones ahora hervían y deseaba salir a su forma ma desagradable para reclamar la poca magia del basilisco frente suyo.

La máscara de Belos fue retirada por el hombre y sus ojos mostraron una esclerotica negra y sus pupilas azules, señal de qué su maldición deseaba salir de su persona.

- ¿Tienes acaso la mínima idea de lo que hiciste al comentarle a MI SOBRINO que no es normal?- pregunto Belos en un tono retenido de voz, pero apretaba su quijada para no alzarla.

Su ahora brazo deforme se apretaba más hacia el hocico el basilisco, este buscaba zafarse ya que estaba siendo privado poco a poco de aire.

- ¡Ngh!- se quejaba el basilisco - ¿Tu... Que...?

🌙 Hechicería Salvaje 🌙Where stories live. Discover now