🌙 Hechicería Salvaje 🌙

🌙 Roer los huesos 🌙

Esa misma tarde...

En el Castillo del Emperador.

Steve término por cerrar la sala de entrenamiento, ya era la hora de que todos los soldados (o mayoría de estos) quedaran a dormir en sus habitaciones o en sus turnos de vigilancia.
Afortunadamente, hoy era el turno de descanso de Steve, y él como pocos soldados tenían la fortuna de recibir una paga semanal y recibir un permiso especial para salir del castillo y descansar.

Aunque nuestro soldado, siempre se ocupaba de algo, le gustaba mucho pasar sus días de descanso alimentando a los oruga-ratones gigantes, incluso yéndose a leer en su habitación o seguir con su rutina de entrenamiento del Aquelarre de construcción (que en el pasado pertenecía).

Al final, jamás se animaba tanto a salir a no ser que fuera por una misión o porque vio un cartel de algún libro que a él le gustara.

- Bueno...- se estiro Steve, alzando los brazos y bostezando - Hora de ir a la cama.

El soldado tomó aire y avanzo por el pasillo, recordó que en unos días le tocaría cuidar a la nueva integrante de la seguridad animal del Aquelarre del Emperador.
Un soldado (y compañero suyo, llamado Clint) había encontrado a una oruga-gato bebé, y en señal de tener sus franjas blancas que era una señal del proceso de crecimiento de oruga a crisálida, se votó que la adiestrarian para ser un nuevo miembro de la seguridad de criaturas y animales del Aquelarre, en unos días le tocaría cuidar de la oruguita michi, en cuanto diera señales de ir a su proceso de pupa, la deberían dejar dentro del castillo.

- Ah... Hoy si que fue un día pesado...- dijo Steve, quitándose un poco su máscara, suspiro bajo esta, eran de las pocas ocasiones en las que podía respirar.
Hizo un pequeño flashback de lo ocurrido en Hexside, irse hacia las familias afectadas para pedir perdón y luego...

- Mm...- el soldado se detuvo en el pasillo y pensó. Ya que se lo ponía a recordar a fondo, el Guardia Dorado se les escapó en una escuela publica, realmente le asusto mas que su superior fuera "mancillado" por perder su máscara, tenían la muy estricta regla de no quitarse su máscara fuera o dentro del castillo por política de orden...

Pero su superior se veía algo... Bueno, se "oía" algo extraño al salir de Hexside.
Entendía que tal vez toda esa intervención le hizo sentirse incómodo, tal vez las señoritas de la escuela le perturbaron, parte de él se preguntaba si el Guardia Dorado vino de una escuela así.
Reconocía que sonaba mas joven que él, y mas fuerte y estratega que cualquier soldado promedio, por eso le admiraba mucho.

Pero hubo algo en especial que desde hace rato le daba algo de duda...
Cuando el Guardia Dorado estaba en Hexside, una alumna le encontró; por ende vio su rostro, y por mas ende, interactuaron.

Era la primera vez en años que oía a su superior usar un tono de voz tan... Tranquilo, tan feliz y encima, de verdad sonaba coqueto.

- Oh mi titán...- realizo Steve, se apoyo contra la pared a forma dramática de tomar un pequeño respiro - ¿E-es que acaso he descubierto algo que no debía? Pero se siente asombroso este descubrimiento~.

Steve apretó una mano con admiración.
Su superior, el Guardia Dorado... ¿¡Acaso tenía una clase de amor prohibido!?
¡Era simplemente emocionante de saber!

Y ahora mismo su cabeza e imaginación estaba explotando a todas esquinas.
Preguntándose y respondiendo solo algunas cosas...

¿Desde cuando paso esto?
¿Acaso el Guardia Dorado, en sus misiones, tuvo una clase de conexión con la dicha alumna?
Ahora mismo la cara de la chica llegaba a su mente de forma borrosa....