Dado que es un trato, no puede permitirse sufrir ni dejar que los demás sufran demasiado, de lo contrario Zhao Xiulan no podrá vivir con su conciencia.
La última vez que fue a la casa de este anciano, pudo ver que las condiciones de su familia no eran buenas, por lo que no le importó ayudarlo más.
De todos modos, había obtenido un beneficio, así que no había nada malo en darle algo más.
Al ver las tantas cosas que sacó Zhao Xiulan, el anciano también supo que ella era una persona sincera.
Podría haber dado unos cuantos yuanes, pero sacó muchos suministros.
El valor de todas las cosas es mucho más que nueve yuanes.
El anciano no era un mojigato, así que tomó todo lo que Zhao Xiulan le dio.
"Niña, si hay algo bueno en el futuro, estaré pendiente de ti".
"¡Esta bien señor!"
No es un mal negocio para ninguno de los dos.
Es una pena que un mueble tan bonito se haya destruido, pero lo compró para que no se desperdiciara.
De lo contrario, si alguien los comprara y los destrozara, sería desgarrador.
Después de comprar los muebles, Zhao Xiulan podría haberlos puesto en el espacio y llevárselos, pero es demasiado obvio y fácil de despertar sospechas.
Hay mucha gente estacionada al lado del mercadillo tirando de carros, estos días, algunas personas que no tienen trabajo en la ciudad encontrarán algunos trabajos ocasionales por sí mismos.
Tirar de carritos y mover mercancías es un trabajo bastante bueno.
En comparación con el siglo XXI, la mano de obra en esta época sigue siendo muy barata.
Los tres muebles de Zhao Xiulan fueron llevados a la casa de Wang Lin por sólo un dólar por un hombre que tiraba de una carretilla.
Wang Xuemei escuchó el movimiento, salió de la casa y al ver que Zhao Xiulan llegaba con muebles, dijo con una sonrisa: "Hermana, ¿estás aquí? ¿Compraste muebles?"
Zhao Xiulan asintió, "Si, fui al mercado de segunda mano a echar un vistazo y compré tres muebles viejos que tenían buena pinta.
Estos muebles antiguos no están mal, se puede usar y ahorrar dinero. "
Al escuchar las palabras de Zhao Xiulan, Wang Xuemei asintió y dijo: "¡Sí, se ahorra mucho dinero!
En estos días, no todos son ricos, la comida y la bebida son todo un problema, y es bueno ahorrae un poco.
Chica, realmente sabes cómo vivir, quien se case con alguien como tú será afortunado."
Wang Xuemei dijo, miró los muebles que compró Zhao Xiulan y la felicitó: "Estos muebles son tan hermosos, tienes buen ojo.
Yo también quiero comprar un armario, luego iré al mercadillo a ver si encuentro algo bonito. "
Zhao Xiulan dijo con una sonrisa: "Cuñada, estoy segura de que encontrarás algo."
"Tus muebles se ven bastante pesados. Es difícil moverlos. Te ayudaré a moverlos."
Al ver varios muebles, que eran grandes y pesados, Wang Xuemei quiso ayudar.
"¡Cuñada, gracias!", Zhao Xiulan agradeció rápidamente.
"De nada, somos vecinas, así que seguro que ayudaremos en lo que podamos. De todos modos, no tengo mucho que hacer en este momento". Wang Xuemei sonrió y no le dio importancia.
