Éxtasis // AU || Catradora || Glitra || Glimbow

VII. Sacrificio.

꧁No pude evitar enamorarme de ti꧂

Comenzaba a amanecer, Catra había llegado a lo que parecía una enorme fábrica abandonada, a las afueras de la Zona Ordinaria. El chofer que la había llevado hasta ahí bajó del auto, abriendo su puerta y postrándose a su lado, dispuesto a escoltarla hasta el desolado sitio.

Un escalofrío recorrió la columna de la felina, tomó aire profundamente, armándose de valor, y siguió al espeluznante hombre. Atravesó los tan fríos y obscuros corredores del enorme sitio, las baldosas del suelo lucían descuidadas y rotas, la pared se recubría indiscriminadamente de moho, un enorme roedor pasó a su lado, rozando su tobillo, provocando un salto en ella. Apresuró el paso, pero no estaba completamente segura de lo que esperaba encontrarse al final del pasillo y mucho menos podía imaginarse cómo se sentiría al respecto.

El chirrido de la puerta frente a ella la obligó a bajar las orejas de golpe. Shadow Weaver se hallaba del otro lado, su mirada fría penetró el pecho de la felina, sentía su muerte cerca, estaba segura de ello. Dio un paso al frente.

―¿Don-

Antes de que la joven pudiese decir algo más, Shadow Weaver dio la media vuelta, alejándose en rotundo silencio. Catra se vio obligada a seguirla, sin decir una palabra y sosteniendo su corazón en la mano, se adentró a una habitación con paredes cubiertas por espejos y piso alfombrado, era como entrar a un mundo completamente distinto al del exterior.

Al centro se hallaba Glimmer, sentada en una silla de madera destartalada que para nada combinaba con el lugar, atada a ésta y vendada de los ojos. Cuando escuchó la puerta abriéndose su instinto la obligó a encogerse, tratando de protegerse a sí misma y a su hijo no nato. Catra sintió como la respiración se le detuvo, sin hacer ningún ruido, miró a Shadow Weaver furiosa.

La mujer, orgullosa por su reciente acción, se acercó a paso firme hasta Glimmer y tomándola por el mentón con brusquedad le sonrió macabramente.

―Este es el trato, princesita ―dijo―. Te dejaré ir con una condición. Un pequeño hechizo que cambiará tu cuerpo, que desaparecerá tu problema, no te quiero muerta, no me funcionas en nada así, pero tu... bebé ―pasó una de sus uñas sobre el vientre de ésta, Catra sostuvo su impulso de lanzarse contra ella―, es un gran inconveniente, una piedra en mi camino, ¿entiendes?

―No pienso negociar con una delincuente, en cuanto sepa quién eres-

―¿Qué? ―bufó la mujer―. ¿Le dirás a tus padres? ―soltó una inmensa carcajada―, pero a mami y papi ya no les interesas, ¿o sí?

Glimmer tragó saliva para disminuir la opresión en su pecho. Shadow Weaver salió de la habitación seguida por Catra y cerrando la enorme puerta metálica detrás de sí.

―¿Estás loca? ―fue lo primero que cuestionó la joven―. ¿Planeas tenerla encerrada en este sitio hasta que dé a luz?

―Puede irse antes, si acepta mi propuesta.

―¡No lo hará, es una locura! ―exclamó la felina―. ¿Por qué haces esto? Sólo déjalos ir ―calló en seco, sí, se estaba refiriendo a Glimmer como algo plural―. Q-Quiero decir, nadie sabe que tú estás metida en este asunto, ¿en qué podría afectarte ese niño?

―La magia es mucho más complicada de lo que crees, niña estúpida. Ella debe aceptar la propuesta o hacer el hechizo será imposible ―respondió―. Me fallaste una y otra vez desde que conociste a esta mocosa, te estoy dando una última oportunidad ―la tomó por el cuello de la sudadera―. Destruye ese vínculo, deshazte de ese niño y tu vida será otra vez igual de miserable, pero menos problemática ―la soltó y se alejó―. O no lo hagas y morirás junto con la princesa y su hijo, un trágico final que merece ser primera plana, ¿no te parece?