Capítulo 14: Vajilla de porcelana

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A todo esto, mi hermana pequeña seguía enroscada a mí como una oruga, y no me soltó ni para acercarme su regalo. Gianna fue la encargada de hacerlo.

Entre las dos me habían comprado una wafflera, y no cualquiera, la super sexy wafflera 03510 Ceramic FlipSide de la marca Presto.

La había visto hace un tiempo en Amazon y no me había podido resistir a su diseño giratorio, de estilo profesional y con una rejilla extragruesa que hornea un waffle belga de 7 pulgadas. Su base garantiza una rotación óptima y puede colocarse en todos lados. Cuenta con un temporizador. Es fácil de lavar y de acero inoxidable. Un sueño hecho realidad.

Y lo más dulce es que Bianca también metió dentro de la caja un dibujo de nosotras tres cocinando.

Mamá, por su parte, se traslada hacia mí cuando ya todos terminan de hablar con mi persona.

—Tengo la esperanza de que te va a gustar, solo te advierto que no la toques durante la siesta —dice exhibiendo lo que traía oculto, una guitarra eléctrica squier stratocaster de un color menta lustroso.

Otra maravilla, intuyo que la emoción en mis ojos transmite lo suficiente.

—Muchas gracias, mamá —modulo apreciando la fachada del objeto.

—También es de parte de tu papá. Estaba un poco complicado con uno de los últimos casos, vendrá pronto.

Era entendible. Durante estas semanas no hubo más que catástrofes en el pueblo, una fábrica incendiada, un cuerpo sin cabeza en medio de una zanja el cual no pudo ser reconocido, y lo peor de ambas situaciones es que podrían estar vinculadas.

Es su deber como jefe de policía mantenerse al tanto y llevar a cabo propuestas para mejorar la seguridad, la cual está peligrando.

II

A esta altura no creo que él venga a saludar. Lo mismo que papá.

No es que lo esperara, simplemente hubiera sido lindo.

Sólo pienso. Debería concentrarme en levantar las cosas de la mesa.

El día ya llegó a su final, todos se fueron, así que le doy una mano a mi mamá para limpiar y ordenar lo que quedó. Aunque en realidad ella es la que me está ayudando a mi.

—Hija, no te preocupes. Aprovecha las últimas horas de tu día en algo mejor. Has hecho demasiado. —Contempla mis pecas acariciando mi rostro con las yemas de sus dedos, bordeando tal río entre las piedras.

El olor al trapo que sostiene hace que arrugue mi nariz.

Creo que voy a ir a descansar al jardín, de modo que también pueda ver el atardecer, desde hace poco el sol estuvo bajando más tarde.

No hay nada superior a un cielo rosado poseedor de mil mundos imaginarios donde el mar forma parte del infinito y en el ocaso se mecen los corales coloridos. Sin duda tuve un día agotador.

Medito observando una telaraña de zarzamora que crece al lado del banco donde estoy sentada. Tomo unas cuantas y dejo que el sabor se disipe en mi garganta mientras me relajo.

Fue en ese instante etéreo que emergieron Julien y Ambrosía de entre los arbustos.

Sus frescas sonrisas hacen que vuelva a la realidad para entrar a otra fantasía diferente.

—Feliz cumpleaños, bella Levane —ella extiende un paquete rectangular cubierto de papel periódico —.Esperamos que hayas tenido un aniversario de vida precioso. Nosotros también quisimos darte un pequeño presente.

Al romper el envoltorio vi en la portada el título "Ana la de Tejas Verdes", una edición antiquísima.

—Es un libro que amaba de niña —agrega con melancolía en su voz.

—Es hermoso, de verdad se los agradezco, siempre había querido leerlo.

—¿Entonces sigue siendo conocido en tu época? —Sus ojos se iluminan de felicidad.

—Por supuesto que sí, al igual que Gilbert Blythe. —Le doy una mirada coqueta y ambas reímos al unísono.

—Es una noticia fantástica, sólo la primera parte. No voy a negar que yo también amo esos libros —interrumpe Julien con su clásico tono intrascendente.

—Hablas como si no hubieras llorado unas cientas de veces leyéndolos —Ambrosía se burla divertida. En tanto que el semblante de Julien se congela.

—Todo el mundo lo hizo, Ambrosía —él se queja.

—Los quiero mucho, chicos. —Me levanto risueña para besar a cada uno en la mejilla.

—Julien ya se puso rojo —vuelve a molestarlo.

—Cállate.

III

La belleza

La mitad de la belleza depende del paisaje;

y la otra mitad de la persona que la mira...

Los más brillantes amaneceres; los más románticos atardeceres;

los paraísos más increíbles;

se pueden encontrar siempre en el rostro de las personas queridas.

Cuando no hay lagos más claros y profundos que sus ojos;

cuando no hay grutas de las maravillas comparables con su boca;

cuando no hay lluvia que supere a su llanto;

ni sol que brille más que su sonrisa......

La belleza no hace feliz al que la posee;

sino a quien puede amarla y adorarla.

Por eso es tan lindo mirarse cuando esos rostros

se convierten en nuestros paisajes favoritos....

Herman Hesse

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Nota: Buenas 🌷 Estoy muy feliz de decir que este es el primer capítulo del 2022, una hermosa manera de empezar el año. Un episodio alegre para un inicio más alegre.
También, creo que ya lo habrán notado, utilice una forma de escritura mucho más poética, si es que se la puede llamar así.
Quizás más adelante empiece un libro de poesía, últimamente estuve muy inspirada, pero cuando lo haga, me voy a encargar de que respete por completo las reglas métricas.
Y bueno, les deseo lo mejor hoy y siempre. No se olviden de escuchar la canción del capítulo, estaré agregando más de Declan Mckenna, siento que van muy bien con la personalidad y estilo de los personajes.
Que pasen unos días bonitos ♥️

Levane Y Las Almas DesorientadasWhere stories live. Discover now