Han sido dos de las peores semanas de mi vida cada vez que aparezco por el instituto es un suplicio o me someto a las miradas constantes de Ilkay o a las constantes risas de los amigos de John. No entiendo nada, ahora mismo me encuentro en un limbo de emociones, se supone que dentro de dos días se celebra la fiesta a la que debería de asistir con todos mis amigos pero llevo también dos semanas sin hablar con Ilkay... al menos de forma mínimamente tranquila

No se... no se que hacer me siento como si mi vida se estuviera reduciendo a una gran nada-Nótese el dramatismo.-, si no fuera por mis amigos seguramente ya habría matado a alguno de esos dos. 

Las amiguitas de Ilkay siempre que están junto a él se dedican ha expresarse de forma exagerada eso sí me dan lastima los pobres chicos, se les nota que babean por él pero como todos y todas se imaginan que Ilkay es heterosexual ninguno da el paso de acercarse a él y John cada vez está más distante ya no se como actual cuando me encuentro cerca suya llevamos más de una semana solamente a base de pequeños picos que solamente me da cerca de sus amigos. 

Actualmente me dirijo hacia el gimnasio para hablarles de las canciones que usaremos en el partido y me encuentro totalmente desmotivada con la idea, me duele el deprecio de Ilkay y me fastidia el comportamiento de John pero tenerlos a los dos juntos es algo insoportable.

Como siempre llego tarde y cuando abro las puertas del gimnasio sé de inmediato que todos me están esperando pero la buena de la entrenadora Margo que está matando el tiempo explicando algunas cosas importantes que debemos tratar en el partido, las puertas hacen un gran estruendo al ser cerradas y todos se giran en redondo me preparo para el mayor papel de mi vida.

-¡THEBE! ¡Adelante, te estábamos esperando!

-Lo se, lo siento he tenido complicaciones.-Me disculpó con la entrenadora.

-Vaya vaya si ha venido.-Susurró una de las animadoras lo bastante alto para ser escuchada por cada uno de nosotros, especialmente la entrenadora.

-Pues ya ves, pensaba que por fin nos iba a librar de la tortura.

-Delirio Thebe, ¡JAMÁS!-Dijo uno de los futbolistas, hay que reconocer que ahí han estado rápidos.

Risas era lo único que escuchaba, era cierto que susurraban pero lo hacían de tal forma que todos los presentes éramos capaces de escucharlas intente buscar a John entre los futbolistas y para mi sorpresa cuando lo encontré se encontraba doblándose de la risa, esperaba que fingiera al menos que le importaba su novia al menos para disimular, aunque a Margo pareció no sorprenderle. En ese instante me paralicé no podía moverme sentí una opresión en el pecho que cada vez se extendía más y se volvía más fuerte y constante hasta al punto que pensé que me desmallaría en el acto últimamente en las situaciones de estrés me solía pasar a menudo. 

De repente alguien me empujo y casi caigo al suelo, si no llega a ser por una chica que me sostiene a tiempo y me lanza una mirada de comprensión que solo acentúa el dolor que siento en ese instante en el centro del pecho. Pero cuando me levanto y hecho una mirada a mis espaldas no encuentro a nadie y eso me enfurece sombre manera esa parte no estaba hablada y veo la sorpresa en los ojos de todos mis compañeros y sobre todo de Margo que solamente se esperaba que fuera un pequeño teatro como le comente.

-¡¿Qué cojones estaís haciendo?! Alguien me lo puede explicar porque esta chica a venido aquí a ayudarnos voluntariamente y vosotros estaís siendo unos desagradecidos. ¿No os enseñan educación en vuestras casas o que?-Y con esto Ilkay me sorprende una vez más. 

Creía que estaba enterado de lo que planeaban hacer pero igual no era así, de todas formas me apresure a frenarlo antes de que la situación se nos fuera de las manos.

Sueños quebrados Where stories live. Discover now