-Cerré el ordenador.-Me alcé del sofá y me dirigí hacia mi habitación donde me vestí con unas viejas zapatillas blancas-que debería cambiar pronto.-unos vaqueros rotos negros y una sudadera gris básica. Me hice una coleta algo desaliñada y me dispuse a bajar las escaleras. Cuando pase por la puerta de la cocina me encontré a mis hermanos comiendo una onza de chocolate cada uno y a los perros mirándolos esperando su momento de poder coger algo de comida, conociendo a mis hermanos ese momento nunca llegaría. Antes se enzarzaban en una pelea con ellos que les robaban el chocolate, y la verdad mejor. No queremos que Alger y Older se queden ciegos, todavía son jóvenes.

-Escuchar voy a salir un rato, cuando vuelva vemos la nueva película de Spiderman ¿Queréis?

-¡Pero vamos al cine a verla!-Chillo Samy

-¡Eso eso!-Se unió Lyra

-Haber ya es muy tarde para ir al cine, si queréis hoy vemos otra y ya la semana que viene vamos a ver Spiderman.- Me miraron los tres con un mohín de pena.

-Esta bien, esta bien. Tampoco era tan importante lo que tenía que hacer lo podre hacer mañana perfectamente.- La cara les cambió al completo pero Zach pareció acordarse de algo.

-Espera, ¿A donde vas? ¿Es a la fiesta con Gisli?-Una sonrisa traviesa se extendió por todo su rostro.

-No pequeño Zach no, voy ha hablar con John necesitamos aclarar algunas cosas.-Su cara se torno un ápice más seria, pero siguió manteniendo la sonrisa.

-¿Y después iras a la fiesta con Gisli?-Insistió.

-No, después iba a venir con vosotros a ver la última película de Spiderman.

-¿Y después de ver la última película de Spiderman?

-Pensaba acostar a las chicas.

-¿Y después de acostar a las chicas?

-Mi idea era bajar y tirarte por las escaleras pero me lo he pensado mejor y creo que tirarte por el balcón será más efectivo.-Zach soltó una carcajada que con total seguridad sonó por toda la calle.

-Bueno como quieras.-Dijo con voz cantarina.-Ves a ver a John te esperamos en la cafetería de enfrente de el instituto cuando salgas. ¿Irás andando?

-Si, así me doy una vuelta.

-Esta bien, no tardes.

Me dirigí hacia la puerta cogí el pomo y estiré de él para poder abrirla. Eso solamente fue el precedente para encontrarme con la última persona a la que esperaba esa noche, Ana. Mi mejor amiga. Ella lucia un cabello rizado por los hombros de un color purpura que hacia resaltar sus ojos castaños y su piel ligeramente bronceada por las playas paradisiacas que había estado visitando durante este verano. 

Cabe aclarar que yo hablaba con ella todos los días y también la veía, pero no solía presentarse a mi casa sin avisar sabía que lo más probable es que no me encontrara allí por una infinidad de motivos.

-¿Me vas a dejar entrar o esperas al elfo de Papa Noel?-Dijo con una mueca de disgusto.

Eso no abarcaba nada bueno, ella solía ser muy introvertida de por si pero aunque solía poner muecas de disgusto a menudo nunca lo hacia por temas como que me hubiera quedado pensando más rato de lo habitual si no por haber visto a las animadoras, una pareja, alguien molesto, o a John por ejemplo. Que la hubiera puesto en ese instante solo podía ser por una cosa, estaba impaciente.

Zach al no oir cerrar la puerta se acerco hacia ella con Lyra, Samy, Alger y Older a sus espaldas.

-¡Vaya, Ana! ¿Qué te trae por aquí?-Dijo Zach con una sincera alegría.

Sueños quebrados Where stories live. Discover now