Día 30: Impregnación del Aroma

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———¿Qué haces?——— preguntó con un tono divertido al sentir como los brazos de su Alfa rodear sus caderas por atrás y lo pegaba a su pecho.

———Solo quiero estar así un rato——— ronroneo el Alfa pegando su nariz en el cuello del Omega, inhalando profundo.

———Últimamente te has comportado muy amoroso——— dijo el Omega mientras reía a causa de las cosquillas que le causaba la respiración del genio en su cuello.

———No sé Beloved, solo siento la necesidad de estar pegado a ti e impregnarte de mi aroma cada vez que te veo——— respondió. Steve sonrió ampliamente y se dejó mimar por su Alfa.

———Señores lamento la interrupción, pero los señores Rogers se encuentran subiendo el elevador——— informó la IA. La pareja bufó y sin más que hacer bajaron para recibir a sus invitados.

———Mamá, papá ¿Qué los trae por aquí?——— preguntó el rubio mientras bajaba las escaleras.

———Solo quería venir a dejarte este pequeño regalo——— respondió Joseph.

———Pero aún no es mi cumpleaños———

———Lo sé amor, pero tuve un leve presentimiento que muy pronto lo necesitarás——— dijo con un tono picaron en su voz. Steve y Tony se miraron extrañados.

Steve desenvolvió el regalo con sumo cuidado bajo la atenta mirada de sus padres y pareja, el rostro del rubio cambió a uno de sorpresa e inmediatamente se sonrojo.

———¿Qué es?——— preguntó un ansioso Alfa. Steve sacó un pequeño mameluco de la caja, el genio abrió su boca por la sorpresa.

———No estoy un cien porciento seguro——— aclaró el mayor ———Pero podría apostar un sesenta por ciento a qué estás en cinta———

———¿Cómo?——— preguntó un curioso Omega.

———Pase por lo mismo querido, además——— miró al Alfa ———Tony ha estado muy empalagoso contigo——— aclaró.

———Lo indicado sería que te realizarás las pruebas respectivas y empezar cuanto antes con el control——— esta vez hablo Sarah. Steve asintió y abrazó a sus padres.

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———¿Podrías traerme una dona?——— pidió un tímido Omega.

———Beloved, sabes que el doctor nos dijo que no teníamos que complacer tus antojos——— se quejó.

———Pero nuestro hijo quiere más donas——— dijo mientras acariciaba su abultado vientre de apenas 5 meses. Tony suspiró con pesadez entregándole la cuarta dona de la tarde.

———La última y ya——— sentenció, el Omega asintió energéticamente, tomando la dona y deleitándose con su sabor...

Cortejo - Omegacember 2021Où les histoires vivent. Découvrez maintenant