Día 18: Ronroneo Omega

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---¿Cuánto lleva así?--- preguntó un muy preocupado Tony. Sarah gruño molesta mientras que Joseph suspiraba con pesadez y se acercaba al joven Alfa.

---Desde que lo sacamos de la torre--- respondió haciendo énfasis en sacamos. Tony frunció el ceño disgustado auto reprochando su comportamiento ---Nada de esto es tu culpa, es nuestra--- aclaró el Omega.

---Pero yo...---

---Obedecían órdenes absurdas impuestos por estúpidos Alfas--- lo interrumpió el rubio se ---Esto es culpa de mi esposa y tus papás... Bueno más que todo de Sarah--- la Alfa gruño molesta.

---No quiero que piensen que solo quiero usar a su hijo--- aclaró el joven Alfa.

---No te preocupes, ya nos quedó más que claro--- dijo con una enorme sonrisa en su rostro ---Claro que nos hubiera gustado que las cosas fueran un poco más lentas, pero...--- pauso ---Cuando encuentras a tu destinado es imposible llevar las cosas con calma--- le regaló una sonrisa sincera ---Solo te pido que cuides a nuestro hijo---

---Joseph, Sarah--- llamó a los mayores ---Les juro por mi vida que jamás haré algo que lastime a Steve, es más, haré todo a mi alcance para mantenerlo feliz--- juro el Alfa, Joseph sonrió triste y complacido mientras que Sarah solo bufó para después marcharse.

---Ignorala--- pidió el Omega ---Cuando tengas tu propia manada entenderás la posición de Sarah y su sobreprotección con Steve--- lo alentó. Tony asintió apenado ---Sube, que te necesita---

Tony le agradeció al Omega por su compresión para después subir escaleras arriba, directo a la habitación de su Omega, cada que se iba acercando un aroma a fermentación golpeó sus fosas nasales alterandolo, logrando que acelerará su paso hasta llegar a la habitación y enterar sin previo aviso. Tony se quedó en estado de shock al ver al rubio hecho un desastre en la cama.

---¿Qué quieres?--- preguntó un malhumorado Steve.

---Hablar contigo--- respondió, el rubio alzó su vista para hacer contacto visual con el Alfa. Tony sintió una punzada de dolor en su corazón al ver aquella mirada apagada que el rubio tenía.

---No quiero hablar contigo--- mintió mientras se volvía a acostar en la cama y se tiraba las sábanas encima para cubrirse. Tony rió estaba más que enternecido por la escena, con mucho cuidado cerró la puerta detrás de él y caminó en dirección del Omega.

Steve se encogió sobre la sábanas al sentir como el genio se iba acercando, su Omega aulló gustoso al sentir la presencia del Alfa. Tony se recostó sobre Steve liberando sus feromonas e impregnado al Omega de su aroma, Steve respiro profundo embriagándose con el aroma del Alfa, si había algo que amaba de Tony era su aroma tan imponente y tan suave, así se quedaron por un par de minutos hasta que finalmente el rubio se removió un poco para liberarse del agarre del genio y quitarse las sábanas.

---¿De qué quieres hablar?--- preguntó un dudoso Omega.

---Quiero que pasemos tu celo juntos--- soltó de golpe el Alfa, Steve se sonrojo ante la propuesta ---Claro, si estás de acuerdo--- aclaró.

---Lo estoy...--- respondió dándoles una sonrisa triste al Alfa.

---¿Sucede algo?--- preguntó el genio con preocupación.

---No, no es nada--- respondió de forma indiferente apartando la mirada del genio. Esa fue la pauta que Tony noto para saber que algo no estaba bien.

Tony tomó el mentón del omega y con suma delicadeza lo giró para después unir sus labios en un apasionado beso, el cual correspondió al instante. Steve sin poder contenerse más con cuidado acostó al Alfa en la cama y se colocó encima de él. Tony gruñó gustoso al sentir como el trasero del Omega se restregaba con descaro en su creciente erección.

---¿Steve...?--- llamó el Alfa sobre el beso, pero el rubio lo ignoró por completo, bajo sus labios hasta su cuello dejando besos húmedos ---Steve...--- lo volvió a llamar con mayor dificultad.

---Alfa--- gruño el rubio exigente al castaño. Eso calentó al genio, le encantaba que Steve tuviera carácter y tuviera clara sus metas, pero en ese momento no podían hacer nada, no en la casa de sus padres y peor si estos estaban presentes.

---Beloved no podemos--- dijo el genio. Steve al escuchar aquello se separó rápidamente del Alfa dando la espalda. Tony suspiró con pesadez al sentir el aroma a fermentación, con mucho cuidado se acercó al rubio, lo abrazó por detrás y empezó a besar su cuello.

---¿No me deseas?--- preguntó el rubio con un tono de dolor en su voz.

---No es eso beloved--- respondió el Alfa sin dejar de besar el cuello del Omega ---Sabes que tu madre me mataría antes de ponerte un dedo encima--- aclaró, un gruñido salió de la garganta de Steve en señal de molestía.

---No mientas--- se quejo ---Se que no me deseas, no soy como los Omegas comunes y...--- no pudo terminar ya que los labios del genio atraparon los suyos en un tierno y dulce beso.

---Mi Alfa te reconoce a ti como su Omega, tu físico es lo más hermoso que he visto en toda mi vida--- aclaró una vez finalizado el beso, Steve lo miró con detenimiento ---Yo te quiero solo a tí, a nadie más--- confesó.

Tony se acercó de nuevo para unir sus labios en un tierno beso, esta vez el genio se extraño al percatarse de un sonido que nunca había escuchado, agudizó su oído dándose cuenta que el sonido provenía del pecho de su Omega, Tony sonrió sobre el beso, ya que comprendió que por primera vez había hecho ronronear a su Omega. Al finalizar el beso ambos se acostaron en la cama y Tony pego su oído al pecho del rubio para escuchar su ronroneo y dejarse llevar por el sueño...

Cortejo - Omegacember 2021Where stories live. Discover now