Puedes contar conmigo

54 18 3
                                    

Amelia: y... ¿Cómo estás?

Guz: confundido

Amelia: ¿en qué sentido?

Guz: no sé lo que estoy haciendo

Amelia: ¿crisis de identidad?

Guz: ¿eh?

Amelia: yo... quiero ser yo quien te ayude esta vez, por eso siento que lo que pasas es una crisis de identidad. Dijiste que no sabes lo que haces, así que asumo que puede ser eso

Guz: yo... ya no sé por qué peleo

Amelia: peleas para salvar el mundo, es lo que has estado haciendo

Guz: lo sé, pero... ya ni siquiera sé cómo llegue hasta aquí

Amelia: por mi culpa

Guz: ¿eh?

Amelia: cuidaste de Wanda, te uniste a una rebelión porque creías en el bien y para integrarla, viajaste hasta este mundo porque no tenías otra oportunidad y ahora peleas para poder volver a tu hogar.

Guz: Amelia

Amelia: guz, quiero que sepas perfectamente que no debes sentirte mal por nada, solo eres una víctima de las circunstancias de la vida, de la cual yo impulse. Así que, si te sientes mal, quiero que sepas que fui yo quien ocasiono todo. Así que, si vas a sentirte mal, hazlo conmigo, pero no contigo. Si quieres desquitarte con alguien, aquí estoy

Guz no sabía que decir, en el fondo era verdad, pero Amelia se exponía para librarlo de estrés dejando que todo cayera sobre ella, en realidad quería ayudarlo poniendo todo el peso de los acontecimientos en sus hombros para que Guz no se sintiera mal.

Guz: yo... no tengo propósito

Amelia: ¿eh?

Guz: yo... no sé cómo comencé con todo esto

Amelia: no te entiendo

Guz: Lucia quería convertirse en bruja, Wanda quiere ser más fuerte, tú quieres convertirte en una mejor versión de ti misma. Pero... ¿Qué es lo que busco yo?

Amelia: tu... nos ayudas a-

Guz: exacto, mi vida solo se limita a ser el apoyo, ¿pero ¿qué hay de mí?, creo que no tengo un propósito, solo he ayudado al resto, pero... creo que no tengo nada para mí, entonces... ¿quién soy?

Amelia: guz... ¿de dónde viene ese cuestionamiento?

Guz: pues... siento que...

Guz solo se quedó mirando el suelo, como si no quisiera decirle nada, pero Amelia estaba ahí y no se iría hasta ayudarlo

Amelia: adelante, solo soy yo, no tienes por qué temer

Guz: a veces... siento que lo único que he podido hacer para mí mismo es pelear, pero nunca quise hacerlo, a veces... siento que fui obligado a pelear, como si nadie su hubiera preguntado si al menos yo quisiera hacerlo, como si toda mi historia fuera ser el secundario de todo.

Amelia: ¿Guz?

Guz: siento que solo he seguido ordenes, siento que solo he estado para los demás, pero no hay nada para mí, porque nunca pude pensar en lo que...

Amelia: pero... ¿Por qué no lo habías mencionado antes?

Guz: no quería que pensaran mal de mí, todos veían en mi alguien siempre dispuesto, pero a veces soy inseguro, pero no me gusta demostrarlo... y me da vergüenza que piensen que soy egoísta por pensar así, por pensar en mí y no en los demás.

El legado Búho. Parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora