La Casa De Cristal. (Naruhina)

Capítulo 35: Arrancado

Hiruzen respiró hondo mientras esquivaba una ráfaga de fuego que se acercaba por su derecha. Durante los últimos quince minutos, el Hokage había estado luchando contra un enemigo demasiado familiar. Uno que él mismo había cultivado y le había dado las herramientas para prosperar. El anciano se volvió para enfrentar a su enemigo momentáneamente inmóvil y frunció el ceño.

"¿Era todo esto realmente necesario, Orochimaru? ¿Potencialmente desencadenar una guerra mundial por nada más que un rencor? Eres más inteligente que eso" preguntó mientras se protegía la cara del humo ondulante que el jutsu llameante de su antiguo alumno había producido. El Snake Sanin se rió para sí mismo y negó con la cabeza.

"¿Quién dijo que esto se trataba exclusivamente de ti? Mi situación contigo es ciertamente parte de la razón por la que estoy aquí, pero hay más que eso", corrigió. Hiruzen frunció el ceño y le hizo un gesto al hombre pálido para que diera más detalles.

"¿Qué más despertó tu interés? No estarías aquí si algo no hubiera llamado tu atención", preguntó con escepticismo. Orochimaru hizo un gesto hacia el estadio distante, donde se podían escuchar los gritos de pánico de los aldeanos de Konoha.

"Dos cosas, en realidad. Ese joven Jinchuuriki que has estado tratando y fallando en cuidar, Naruto, ¿verdad? Me llamó la atención en el bosque. Ese chico es capaz de usar tanto el jutsu Rasengan como el Clon de las Sombras. Hazañas inauditas para un genin. Además de eso, se está defendiendo con Gaara del Desierto mientras hablamos, un chico que estaba, y todavía está, en camino de convertirse en el próximo Kazekage. Naruto posee un gran grado de poder natural, incluso ignorando al zorro "explicó mientras cargaba hacia adelante para atacar al anciano Kage.

Hiruzen gruñó y dio un salto hacia adelante para encontrarse con su antiguo alumno, agarrándolo de las muñecas y arrojándolo sobre otro tejado.

"Dijiste que había dos cosas que despertaron tu interés. ¿Cuál fue la segunda?" preguntó mientras tejía sellos manuales a una velocidad cegadora. Momentos después, el Hokage desató una ráfaga de aire presurizado de su boca y lanzó a Orochimaru al aire. El Serpiente Sanin sonrió y se dio la vuelta en el aire, logrando aterrizar frente a Hiruzen.

"En el fondo, soy un científico. Disfruto desarmar cosas y observar cómo funcionan. Pero, en los últimos años, he desarrollado un segundo amor. Psicología ", comenzó mientras se desempolvaba y dibujaba un kunai. Luego se lanzó hacia adelante y se enfrentó a Hiruzen, que también había dibujado un kunai. Mientras volaban chispas, Orochimaru continuó su explicación.

"La mayoría de los ninjas jóvenes, es decir, los adolescentes, son un lío confuso de emociones hormonales y malas opiniones. Lo sabrás, sensei. Les enseñaste para ganarte la vida. Tu cosecha actual de genin tiene una variedad de estudios de casos fascinantes sobre enfermedades mentales, pero uno en particular se destaca por encima del resto ", dijo vagamente, permitiendo a Hiruzen descifrar la identidad del individuo.

"Hinata Hyuga. La chica que marcaste" gruñó el Hokage mientras pateaba al Snake Sanin en el pecho y lo lanzaba hacia atrás. Orochimaru asintió en confirmación.

"Esa chica tiene una estructura mental tan fascinante. Elitista, pero completamente carente de confianza en sí misma. Duro como el acero, pero dócil situacionalmente. Talentoso e inteligente, pero superado por los verdaderos monstruos de este mundo. Decidí amplificar esos defectos para entenderlos mejor, por eso la marqué. Como una especie de bonificación, ella era la compañera de equipo de Naruto, lo que significaba que sus rasgos negativos magnificados artificialmente chocarían inevitablemente con los suyos ", dijo. El Hokage apretó la mandíbula.