Capítulo 33

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—Dije, ponte a estudiar— negando, muerde otro pesado de su chocolate.

—A la orden, señorita.

Modo mamá está fuera de su cueva. Mejor si le hago caso a todo lo que dice si no quiero que se ponga de mal humor.

—Escucha esto, "Empresario, Jayson Thomas, muy afectuoso en público con su joven novia".

Suelto los apuntes y corro a Cat.

Lo primero que me irrita de esto es la parte ''muy afectuoso en público'' y segundo ''con su JOVEN novia". La imagen que muestran la podría amar en otra circunstancia, pero ahora la detesto con todas mis fuerzas. Jayson me está dando un beso mientras me estruja un glúteo. Por lo que hay a los alrededores, es de cuándo salimos antier a trotar por la zona de la casa. Hicimos una competencia de carreras, si Jayson ganaba: me iba a besar, si yo ganaba: no lo iba a dejar besarme. Ya sabemos quién fue el ganador. Es solo que a Jayson se le ocurrió agarrarme el trasero pensando que solo estábamos nosotros dos. Claramente no es así.

—¿Por qué hacen esto?— parpadeo varias veces para evitar que las lágrimas se salgan de mis ojos. No quiero llorar de tristeza, más bien, quiero llorar de rabia porque siento que es una falta de respeto para mí y Jayson que compartan este tipo de cosas solo para alimentar a la ciudadanía de chismes y, a cambio, recibir buen dinero.

—Tranquila, son los chismes locales. No llegará a los oídos de tu papá.

Oh Dios, mi papá. ¿Qué tal si llega a ver esta fotografía? Seguro va a enfurecerse conmigo y me dirá que me tengo poco respeto por dejar que Jayson me toque de esa manera en las calles. O quizá quiera asesinar a Jayson por, primero, ser mi novio. Segundo, por la maldita fotografía.

—No es solo eso, Cat— me tiro al suelo y pongo mi cabeza en sus piernas—. Me tratan como una zorra cazafortunas. Estoy cansada de eso.

—Mi niña— cepilla mis cabellos rubios con sus dedos—, no mereces que te traten así. Por eso vamos a comprar todas las cajas de huevos que encontremos en el supermercado y se las iremos a reventar en su empresa, sus carros, incluso sus asquerosas caras.

Una pequeña sonrisa se me sale.

—Apoyo el plan, Cat.

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Cat se ha marchado hace una hora, por lo que me he quedado estudiando un poco más para reforzar la información que ya sé. Eso es hasta que me quedo dormida en el suelo.

Alguien retira las hojas de mi rostro.

—Que matada eres— Jayson se ríe.

—Hmm...

De pronto, siento como acomoda sus brazos en mi espalda y mis pantorrillas para recogerme del suelo y llevarme a la cama. Lo único que hago es deshacer la cama y meterme debajo de las sabanas. Tengo tanto sueño que prefiero dormir con esta misma ropa a tener que levantarme a cambiar.

—No puedes dormir así— siento su peso hundirse en el colchón.

—Sí puedo— respondo adormilada.

—Ven, voy a cambiarte— colocando sus brazos en mi espalda, me ayuda a sentarme para después sacar con cuidado la camisa que traigo puesta por arriba de mi cabeza. Después me quita el sujetador, el cual siento una liberación gratificante tras no estar apretada en esa zona de mi cuerpo.

—¿Qué horas son?

—Casi las doce— responde retirando despacio el pantalón de mis piernas y acomodándolo encima del resto del montón de ropa.

¡Ey! Es Un Amor Entre Nosotros (3 °) ©Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt