Especial: Piezas del alma en un libro.

5.6K 536 475
                                    

Este capítulo especial muestra extractos del libro que Harry le regaló a Louis el día de su graduación*.

Este capítulo especial muestra extractos del libro que Harry le regaló a Louis el día de su graduación*

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

I

Tú siempre te sentabas en la mesa cercana a los grandes ventanales que dirigían a un parque cerca de allí. Recuerdo que, abrías tu libro —en ocasiones en la mesa, en ocasiones en tu regazo—. Acción que, no comprendía; me preguntaba: <<¿Cómo es que alguien podría leer en su regazo, teniendo una mesa frente a él?>>. Pero después, simplemente lo ignoraba. Lo ignoraba porque, era una de las —tantas— maneras en las que tus acciones te volvían una singularidad única.

Podían haber muchas personas alrededor: maestros, maestras, alumnas, alumnos, pero siempre eras . Siempre deseaba que el descanso llegase para verte. Supongo que eso me volvía un acosador, ¿no? Aunque, ciertamente era tan sólo un niño de siete años encantado por el niño nuevo. Aún cuando en ese tiempo no lo comprendiera; en ocasiones, lo confundía con admiración. Pero, internamente sabía que, las sensaciones satisfactorias convertidas en añoranza e ilusión, eran anormales.

¿Anormales? Anormales sería una subestimación. Probablemente, estaba muy asustado para admitir que un niño nuevo atrajo mi atención, únicamente porque se sentaba a desayunar solo.

Pero, ¿cómo podría yo acercarme? La primera y última vez que lo intenté, tu amigo Horan tenía los mismos deseos por crear una amistad, así como yo. Así que, te observé platicar con él durante horas; esas horas se convirtieron en días, después en semanas, meses y finalmente, en años. Mientras crecías, te volvías más denso; a veces, te encontraba mirándome por los pasillos con desagrado mientras me encontraba con otro grupo de personas, y yo me preguntaba: <<mierda, ¿por qué tu mirada no puede suavizarse y olvidar que me odias por un minuto?>>. Ciertamente, yo odiaba que me odiaras.

Y todavía no podía admitir que me gustabas. Un poco curioso pues, me quejaba de lo denso que eras y, yo no podía admitir la atracción que sentía por ti.

Solías ser ligeramente más alto que yo; definitivamente, más inteligente y en aquella audición para ser el cocodrilo, te robé el papel principal. En ese momento, tú creías que me burlaba de ti, cuando en realidad, intentaba decirle a la profesora de artes que te diera el papel a ti y, yo me quedaría con la rana. Ella no aceptó... tú continuaste odiándome.

Siempre deseaba que tus bonitos ojos me observaran, pero cuando lo hacían, no hallaba en ellos más que desagrado y resentimiento. Aunque, eso era suficiente, ¿no? Tú todavía me mirabas.

II

Fue el baile de bienvenida. Tú entrabas a noveno grado. Siempre decías que nadie te consideraba, que siempre fuiste muy normal y aburrido para ellos. ¿A quién deseabas engañar, Lou? Dos chicas de tu clase y un chico de una clase más avanzada te pidieron acompañarlos al baile; ¿Recuerdas cuál fue tu respuesta? No, gracias. Así estoy bien.

Under the sheets [ls]Where stories live. Discover now