Capítulo 31: Historias grabadas en una memoria.

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No ver a Harry durante sus almuerzos, fue desgarradoramente doloroso. No estar junto con él en química e inglés, fue una completa tortura. No sentir la presencia del chico durante mayo y principios de junio en Charleston, fue totalmente horrible; aunque, no tenía el derecho de lamentarse. No cuando Harry lo condujo todos los días a la escuela en su Ford, lo visitaba en la pastelería y, mientras él atendía a los clientes, Harry platicaba con Mia o, en ocasiones, con sus amigos. Solía, también, visitarlo en su casa o a veces, Louis se encaminaba al hogar de su novio. Normalmente, le cocinaba arroz o pasta.

Durante este último mes, las cosas cambiaron levemente. Louis casi ríe ante el pensamiento. Levemente sería una subestimación; la última vez que recuerda haber estado tan cómodo con gente a su alrededor, fue cuando tenía cuatro años. Y eso, porque, sus primos mayores tuvieron la decencia de jugar con él.

Su mejor amigo, por días se mostraba triste y en una ocasión, las lágrimas corrían sobre su rostro cuando observó a Alessia caminar de la mano junto con Noah; él se sentía feliz por ella. Porque, Alessia lucía verdaderamente contenta. Probablemente, lo que nunca sintió con Niall. Pero, lentamente la misma aura positiva se regeneraba dentro suyo e incluso, Sam junto con Louis lo regañaban si observaba en demasía a Alessia. Por otro lado, Broghan se tiñó el cabello rojo y eso para él, fue demasiado; Broghan declaró que sobrevivir al final del semestre ya era bastante. En cuanto a Miles y, Dominic... chico que si no eran ridículos. Louis pensaba que Harry y él lo eran, pero ellos... ellos superaban sus expectativas.

Ellos, finalmente se percataron de su insoportable tensión. En realidad, Miles lo hizo, pues Dominic ya estaba bastante enamorado de él desde hacía mucho tiempo. Así que, hace dos semanas admitieron tener una relación; una relación dirigida en besos, muestras de afecto en público, apodos que sobrepasaban lo absurdo... ellos se encontraban en la fase de luna de miel. Así fue como Niall los nombró. Louis esperaba que, no hubiese tenido esa fase tan extrema con Harry. Tan sólo podía esperar lo mejor.

Los exámenes finales terminaron hace dos días y todos se encontraban exhaustos. Sus cuerpos dolían, sus mentes pesaban. Las entrevistas para sus universidades dieron comienzo y las respuestas finales se darían hoy. Hoy. Louis se encontraba en una posición encorvada, sujetando su cabeza y, actualizando la página del colegio cada segundo. Harry a un lado suyo. Ambos esperando.

Esperando.

Esperando.

Esperando.

Hasta que llegó.

Louis escondió su rostro entre sus manos, emitiendo un quejido lastimero, mientras Harry abría el correo y leía la respuesta final de Columbia. Esos imbéciles tenían la obligación de aceptar a su niño dentro de su escuela; de otra manera, jodidamente quemaría toda la puta universidad.

<<Estimado Louis Tomlinson.
Nos es muy grato informarte en este momento de la ACEPTACIÓN de tu aplicación al programa de Ingeniería Informática en la Universidad de Columbia. Es necesario que te pongas de inmediato en contacto con Matthew Phy para concretar los trámites necesarios para tu matrícula en la universidad.
No nos queda más que felicitarte por tu ingreso a la institución e informarte sobre el próximo inicio de clases el 20 de septiembre del año en curso. Saludos cordiales>>.

En esta ocasión, fue Harry quién leyó su carta de aceptación e, instantáneamente Louis observó cómo su rostro decaía; sus ojos entrecerrados, luciendo tristes. Louis cubrió su boca, sintiendo su corazón quebrarse —si es que era eso posible—. Todos sus sueños enterrados en un almacén que nunca tendrían un futuro. Todo por lo que luchó, todo por...

Under the sheets [ls]Where stories live. Discover now