Under the sheets [ls]

Capítulo 29: Exámenes finales y conferencia de química.

Mayo arribó y con él, los exámenes finales de Harry, así como la conferencia de química para Louis. Estas últimas semanas, fueron tediosas, tensas, el ritmo de sus estudios propagándose en noches sin descanso, bebidas energéticas para tolerar los días. Harry tuvo que renunciar a su trabajo, pues las prácticas de fútbol, mientras estudiaba para sus exámenes se intercalaron, hasta que Michael le aconsejó renunciar; su futuro era más importante que un trabajo de medio tiempo. Louis, aún trabajaba medio tiempo en la pastelería, pero dejó de asistir los fines de semana.

Ahora Harry, Louis, Niall, Dominic, Miles y, Sam se hallaban en el pasillo vacío, animando al primer chico para entrar al aula y así, triunfar. Todos podían vislumbrar su nerviosismo, pero el chico trataba de ocultarlo en una máscara de indiferencia.

—Si pasas esos exámenes, Harry —Miles esbozó una maliciosa sonrisa y se acercó a Louis, abrazándolo de sus hombros—... este chico de aquí, te retribuirá numerosamente.

—No entiendo, ¿a qué te refie...? —Niall abrió su boca, alargándola en sorpresa—. Oh, olvídalo.

Miles resopló y Louis golpeó su nuca, evitando que le dispensara ideas extrañas en su cerebro. La última vez fue suficiente... él como que, en serio, lo quebró por dentro. Sus caderas jodidamente escocían cuando intentaba caminar.

Dominic emitió una risa ronca por lo bajo y frunciendo su ceño, Louis se acercó a Harry, posicionándose frente a él. Encarándolos, dijo—: Déjenlo en paz —escuchando las risas por detrás, Louis agarró la mano del chico entre la suya, conduciéndolo metros alejados de sus amigos.

—Hola —susurró, crispando ligeramente sus comisuras. Acarició con su dedo pulgar su mandíbula—. ¿Cómo te encuentras?

La tensión pareció desaparecer de sus hombros y Harry lo acercó de su cintura, hasta abrazarlo y esconder su rostro en su cuello. Murmuró, ásperamente—: Jodidamente nervioso. Louis, siento que lo arruinaré, yo no... mierda, no me siento preparado. ¿Y si no estudié lo suficientemente bien? ¿Qué sucederá si...?

Louis lo interrumpió, posicionando su dedo pulgar sobre sus labios; chasqueó su lengua sin permitirle mortificarse. Los exámenes consumían a los adolescentes; el hecho de que, una persona —un niño— tenga que elegir entre sus calificaciones y su propia salud mental, era bastante jodido. Muchas personas no comprendían el miedo que sentían los jóvenes cuando sabían que un examen determinaba su futuro. Su vida. Una nota; una hoja de papel dispuesta a dañar a sus víctimas más desequilibradas. 

—No lo hará, Harry —aseguró; quiso transmitirle su confianza—. Has estudiado durante semanas y, ahorita es el miedo quién habla por ti. Tú puedes; incluso cuando sientas que no eres lo suficientemente capaz, no es así —sonrió, arrugando los lados de sus ojos—. Confía en ti, así como yo lo hago. Porque, has llegado tan lejos, Hazz... estoy muy orgulloso de ti. Es momento que tú también lo estés —Louis besó su cabello. Brindándole cariño; afecto... amor—. Tú puedes; a la mierda, ve a demostrarles el culo arrogantemente inteligente que eres.

Sintió una vibración en su cuello, exudándose como una risa, antes de que Harry se irguiera y acariciara la nariz de Louis con la suya. Su mirada se intensificó, algo apareciendo en ella. Sus ojos brillando, queriendo decir... abrió la boca para expresarlo, pero después, la cerró nuevamente. Se quedó unos segundos así, únicamente mirando fijamente a Louis.

—Te veo en dos horas, Lou —besó sus labios, tiernamente—. Mi niño —inhaló su aroma codiciosamente, antes de separarse y entrar más confiadamente al aula. El aula que lentamente se esparcía en multitud.

Louis sintió una horrible punzada en su vientre y no fue hasta que Niall le hizo ver su falta de discreción en su sonrisa embobada, que Louis se convenció a sí mismo de detener esas estúpidas e ilógicas sonrisitas bobas.