✔️ Especial #3 Sanemi Day~

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"Todos menos eso..."

T-tranquila, puedo seguir tratando de recordar y sugerirte algo más.

—Genya. —Le nombraste sería.

¿Si? —Respondió algo nervioso.

—¿Que tanto le gustan?

Muchisimo.

—¿Mucho con demasiado?

Mucho con demasiado. Afirmó.

—Ay Dios mío... Gracias por ayudarme, Genya. Creo que ya sé que le voy a regalar.

¡Espera! ¿Estás segura? No te culpo si te dan miedo o asco, es normal, no es necesario que te fuerces a ello.

—Me dan muchísimo asco pero... Todo sea por verlo contento. —Escuchaste ruidos raros provenientes del teléfono— ¿Genya?

Iji, es que eso fue muy tierno y lindo —Se había puesto sensible.

Lo ponía muy contento que su hermano tuviera a alguien que lo amara tanto.

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Después de hablar con Genya tenías tu objetivo fijo.

Encontrar un escarabajo.

No fue fácil, tuviste que salir de la ciudad.

—Malditasea... —Murmuraste saliendo del autobús.

Esta ciudad era un maldito horno ¿Cómo la gente podía vivir aquí? El calor era insoportable.

Miraste el celular, tenías que caminar 6 cuadras hasta llegar a esa tienda extraña.

Rezabas para que al volver a casa todos tus órganos estuvieran sanos... Y completos.

No perdiste más tiempo y caminaste rápido, el sol no era agradable.

Una vez en frente, tragaste saliva, no se veía mal pero uno nunca sabe.

Al entrar hiciste sonar la campanita de la puerta.

Se veía solo, el lugar estaba repleto de vitrinas y estantes que contenían un sin fin de insectos.

Caminante hacía uno de ellos, dentro de este se encontraban cochinillas y cucarachas.

-Ew...

Caminaste nuevamente y ahora tenías en frente mantis religiosas.

Este lugar era muy raro, tiendas dedicadas solo a insectos y sus cuidados.... No se te cruzó por la mente que algo así pudiese existir.

—Bienvenida... —Ese maldito susurro te erizó todos los bellos del cuerpo.

—¡H-HOLA! —Saludaste en tono alto por los nervios y retrocediste con una sonrisa incómoda.

El hombre llevo su dedo índice a su boca e hizo un gesto de silencio.

—Tienes que ser sigilosa como la mantis que estabas viendo. —Sonrió.

ONEGAI お願い | Sanemi Shinazugawa! Libro #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora