Capitulo 6✔️

6K 864 362
                                    

Conforme pasaba el tiempo se reunían a estudiar más y más, poco a poco ibas conociendo más de él y te diste cuenta que en realidad era un chico amargado pero dulce, amable y servicial a la vez.

Tu corazón revoloteaba fuerte cada vez que lo tenías cerca.

Inocentemente en ti nacía el sentimiento del "amor" hacía el.

—¿Me estás escuchando? —Preguntó sacandote de tu mente.

—¿Eh? ¿Que el jamón a cuanto? —Pronunciaste confundida lo que habías entendido quitando tu mano de tu cara, mirando en todas direcciones.

—¿En qué rayos piensas?

—En la inmortalidad del cangrejo.

—¿Que? —Soltó aún más confundido.
El extrañó su gesto ante tus raras palabras sin sentido alguno, normalmente ese tipo de cosas no salían de tu mente pero, al parecer, poco a poco ibas dejandote expresar sin miedo. —¿Son inmortales? —Te cuestionó incrédulo.

—Ni idea. —Contestaste cruzando te de brazos.

Sanemi se quedó en silencio algunos segundos analizando bien la situación, hasta que respondió.

—Eres peculiar... —Terminó por agregar.

—¿Lo dices en el buen o mal sentido?

Se llevó la mano a la nuca.

—En el bueno... Supongo.

Tus ojos brillaron ante aquello y te emocionaste soltando una sonrisa.

—Shinazugawa... —Le nombraste— ¿Por qué eres tan inexpresivo?

—No lo sé, ya de por sí este lugar me desgasta no me imagino si me la pasará todo el día entre risas y platicas con todo el mundo.

—Tu también eres un tipo peculiar... Me agradas mucho, eres una buena persona. —Confesaste sin pensar con una linda sonrisa para el.

Sus ojos se posaron en ti impresionados por lo dicho.

—¡Bueno! me voy yendo, ¡Gracias por la clase de hoy! —Dijiste saliendo de la silla.

Sentiste como su mano sujetó tu muñeca para impedirlo, acto a lo que instantáneamente generaste reacción, volteando a mirarlo.

—Tu... ¿Por qué llorabas aquel día? —Preguntó repentinamente.

—¿Aquel día? —Repetiste para hacer memoria— ¿Te refieres al día en que me acompañaste al templo?

Asintió.

—Bueno... Me sentí mal ya que lo arruine en una clase de Química... Y hubieron varios comentarios duros que me hicieron avergonzarme de mi misma.

El te miró para luego jalarte hacía el uniendolos en un abrazo.

El corazón te iba tan rápido que sentías que se te saldría por la boca. En tu gesto se dibujaba una expresión de asombro ante aquel acto.

—Si algún día necesitas desahogarte, búscame. —Habló en tu oído.

Luego se separó de ti llendose. Agitando su mano en señal de despedida, mientras tu te quedabas ahí postrada tratando de ordenar tus pensamientos y emociones para comprender lo que había ocurrido.

"¿PERO QUE DIABLOS?" —Pensaste mientras tocabas tu corazón.

El despertaba tantas emociones en ti que te resultaba difícil ya estar con él, inevitablemente posabas tu mirada en su rostro.

Era la última persona en la que pensaste enamorarte. Y sin embargo, sucedió.

Al recordar que en cualquier momento podría dejar de enseñarte sobre matemáticas, te sentías abrumada, eso era la excusa perfecta para estar con él y si se acababa... Te daría mucha vergüenza seguir buscándolo, lo menos que querías era ser intensa y acabar por incomodarlo.

Tomaste aire por última vez y saliste de la biblioteca hacía la clase de biología.

Al parecer tendrían la hora libre.

Mirabas por la ventana pensado en lo que habías pasado con el hace apenas unos 30 minutos, suspirabas sola al recordarlo.

—¡T/N-Chan! —Te sacó de tus pensamientos Mitsuri quien se encontraba junto a Shinobu.

—¿Ah? ¿Eh? ¿Que? —Miraste en toda dirección en confusión. Estabas tan sumergida en tus pensamientos que aún no lograbas poner los pies sobre la tierra completamente.

—¿No me escuchaste? ¡Te llevo llamando desde hace un rato! —Infló sus mejillas en un puchero.

—L-lo lamento, no te oí. Estaba distraída.

—Espera un segundo...

—¿Q-Que? —tartamudeaste intentando ocultar tu nerviosismo.

—T/N... ¡Tú estás enamorada!

Te sentiste totalmente expuesta lo que hizo que tu cara se pusiera roja. Otra vez te tomó por sorpresa, no se te había ocurrido que saliera con eso. No pudiste decir nada, no podías negarlo.

—E-eh ¿Q-que? —Está vez fue ella quien tartamudeo— ¿Acerté? —Preguntó incrédula— Yo solo estaba jugando...

Aquello hizo que tu cara se volviera un completo tomate y solo volteaste el rostro, mientras Shinobu miraba sin entender nada.

—¡No puede ser! ¡No puede ser! —No paraba de repetir mientras daba pequeños brinquitos en su asiento debido a la emoción.

—Mitsuri, creo que deberías calmarte. —Intervino Shinobu está vez— La pobre ya está lo suficientemente avergonzada... No se que pasó pero, no creo que sea algo por lo que se deba reaccionar de forma tan vistosa.

—¡Es que estoy muy feliz! ¡No me lo creo! —Decía entre sonrisas de felicidad— ¡¿Es de quién creo que es?!

Asentiste sin mirarla.

—¡OH POR DIOS! —Exclamó levantandose golpeando su pupitre, acto que llamo la atención de toda la clase— ¡P-Perdón!

Seguiste suspirando y tratando de calmarte mirando hacía afuera, dabas gracias al cielo de que no compartieran clases ahora de lo contrario, hubiese sido un completo desastre.

ONEGAI お願い | Sanemi Shinazugawa. Libro #1Where stories live. Discover now