𝐃𝐎𝐋𝐋𝐀𝐑 𝐌𝐀𝐍 ━ MICHAEL GRAY

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ᴛʜᴇ ғɪʀsᴛ ᴛʜɪɴɢ ᴍɪᴄʜᴀᴇʟ ɴᴏᴛɪᴄᴇᴅ ᴡʜᴇɴ ʜᴇ ᴀɴᴅ ᴛᴏᴍᴍʏ ᴇɴᴛᴇʀᴇᴅ ʜɪs ᴍᴏᴛʜᴇʀ's ɪɴ sᴜᴛᴛᴏɴ, ᴡᴀs ᴛʜᴇ ᴅᴇᴀᴅʟʏ sᴄᴏᴡʟ ᴏɴ ʜᴇʀ ғᴀᴄᴇ.

Había pasado una semana desde la última vez que había visto a su madre, Polly. E incluso más desde que Tommy había regresado de su luna de miel con Grace, y aún así, él había estado libre todo el tiempo.

Thomas suspiró, sacudiendo la cabeza cuando entró en la habitación, como si lo hubieran estado esperando. Michael se quedó esperando en el pasillo, con las manos forzadas con impaciencia a meterlas en los bolsillos en un intento por evitar que se moviera nerviosamente. Urgentes pero silenciosas, las palabras llegaron desde el estudio, su madre sonaba nerviosa todo el tiempo. Caminó hacia la puerta que los separaba, colocando la cabeza hacia la madera, con la oreja plana. Sus voces se aquietaron a no más que un susurro.

—Era una niña. Francesa—siseó Polly—. Estoy segura de eso. Yo misma hablé con ella.

Pudo decir por el tono de su voz que tenía las cejas arqueadas y una sonrisa en sus labios agrietados. Polly pensó que sabía algo que Thomas no. Y no era frecuente que Tommy Shelby se viera atrapado en algo.

Michael se movió arrastrando los pies, acercándose más a la puerta.

—Vamos, entonces—dijo Tommy con brusquedad—. ¿Conseguiste un nombre, Pol?

Ella se burló.

—No lo necesitaba. Sé quién es ella.

—¿Y no pudiste liderar con eso?

—Es una Dubois. La más joven. Tiene que serlo.

Michael palideció, el aliento se le atascó peligrosamente en la garganta. Trató de amortiguar la tos ahogada con una mano, pero estaba distraído, sus pensamientos rastreaban la última vez que había visto a Valentine e incluso cuándo había estado en el campo. Al parecer, había estado en la boda. Bajo el mismo techo que había estado.

Seguramente no pudo haber sido ella.

Recordó esa noche en una neblina borrosa.

Nunca había sido tan bueno aguantando la bebida como sus primos. Michael se sonrojó ante la idea de que Valentine lo viera entre la multitud, sus ojos volaron directamente más allá, recordando a la mujer que lo seguía esa noche y que había follado en el estudio.

Dios, se sintió enfermo.

—He oído hablar de sus negocios. Tienen vínculos con los Changretta—dijo Tommy—. ¿Dijo ella por qué estaba allí?

Los Changretta.

Michael nunca había escuchado el nombre de los labios de Valentine. Él frunció el ceño.

—Ella dijo que no quería hacer daño. No sé si creerlo o no—respondió—. Pero la chica estaba en la prisión cuando estaba visitando a Michael, la vi con mis propios ojos.

Los pasos resonaron desde el interior del estudio, la luz debajo de la puerta estaba bloqueada por zapatos gruesos. Michael se tambaleó hacia atrás a tiempo para que la puerta se abriera, Tommy apareció con una sonrisa en el otro lado.

—Ya escuchaste la conversación Michael, así que, ¿qué me puedes decir, eh?

Preguntó, empujando su cabeza para que el chico más joven se uniera a ellos en la sala de la oficina. Michael entró vacilante, de pie frente a su madre, que estaba quieta con el ceño fruncido y un cigarrillo entre los dedos.

—No he escuchado mucho sobre ellos—soltó, sacudiendo la cabeza—. Solo que es el padre de esa familia el que dirige todo.

—¿Qué otra cosa?

Tommy lo miró fijamente, su sonrisa disminuyó. ¿Sabía él? Micheal se sintió paranoico, su cabeza estaba a punto de empezar a sudar en cualquier momento.

Los ojos de Michael miraron hacia su madre antes de hablar, Thomas captó su mirada.

—Su hija está en Francia. Eso es todo lo que sé de ellos realmente.

Tommy arqueó una ceja, esperando a ver si daba más detalles. Pero Michael no dijo nada más y desvió la mirada, evitando el contacto visual. Tommy suspiró, levantándose de la mesa.

—Bueno, si todo está cubierto, me iré—avisó, saliendo de la habitación.

Michael lo siguió, mostrándole la puerta después de la solicitud de su madre.

Tommy se detuvo.

—No te avergonzaré frente a tu madre, pero hay algo que no me estás diciendo—comenzó, y Michael tosió con torpeza tratando de ocultar su sorpresa.

Michael hizo una pausa en sus pensamientos.

—La hija se llama Valentine, está en un matrimonio arreglado con un hombre llamado Jean Pierre Moreau.

Eligió sus palabras con cuidado mientras recuperaba la compostura, metiendo las manos en los bolsillos e inclinándose levemente mientras se levantaba.

Tommy se detuvo de nuevo, perfectamente quieto a pesar del frío en el aire.

—¿Reconoces el nombre, Tommy?

Sacudió la cabeza.

—¿Cómo sabes esto?

Michael frunció el ceño.

—Sólo rumores es todo. Escuché algo de Isaiah y los chicos en el pub. Te sorprendería lo mucho que puedes llegar a saber.

—Bien.

Y con eso, Tommy se alejó, desapareciendo por el camino y hacia el auto que lo esperaba junto a la carretera. El nombre de Jean-Pierre lo había asustado. Tommy tenía que saber algo más. Michael suspiró. Se preguntó si tenía un solo secreto que Tommy no conocía.

Pero eso no importaba.

Si Valentine realmente había regresado, si de hecho había estado en la boda, tenía mucho trabajo por hacer.

Y eso comenzaría con verla primero.