Dragon Ball: Caminos cruzados

T3. Capítulo 26

- Ey - Dice Raditz entrando en la usual zona de trabajo de Bulma, la mujer sonríe.

- Ey - Murmura ella.

- ¿En qué trabajas? - Pregunta el hombre.

- Ya terminé de analizar los archivos de la cura de la enfermedad del corazón. Muestran cómo detectarla y tratarla. Tal parece que esta enfermedad es viral, pero solo empieza a ser contagiosa una vez se manifiestan los síntomas. Parece fácil de prevenir, contactaré con médicos y farmacéuticos. - Explica Bulma - Cuando termine con esto seguiré trabajando en la cámara de gravedad, dame unas semanas - Le pide a Raditz.

- Siempre estás trabajando, deberías descansar. - Dice el hombre sentándose a su lado - Y yo estaré entrenando con mi hermano, así que no necesitaré la cámara de gravedad hasta dentro de un futuro - Agrega.

- Está bien. - Dice Bulma - Por cierto, ayer logré que las baterías puedan almacenar ki durante cinco minutos - Menciona emocionada.

- Hablando de eso, la chica del futuro tenía algo curioso. Un bastón que se transformaba en una espada usando su energía - Dice Raditz.

- Podía transformarse en Super Saiyajin y tenía una tecnología sorprendente ¿No te hace sospechar algo? - Le pregunta Bulma.

- ¿Mhm? ¿A qué te refieres? - Pregunta Raditz.

- Seguramente es una segunda hija de Goku a la que yo ayudaba... ¡¿Qué tal si yo construí la máquina del tiempo?! - Exclama ella con una sonrisa.

- Oh, tiene sentido - Dice él.

En la casa de Ten Shin Han, Lunch de cabello azul está preparando la cena mientras el hombre entra.

- Oh, ya has vuelto - Dice la chica.

- Sí, fui a cobrar el alquiler del campo tras las montañas - Explica Ten Shin Han.

- Genial. Hoy hice mi guiso especial, te sorprenderá... aunque tal vez me pasé con las especias - Menciona Lunch.

- Estoy seguro de que cualquier cosa que cocines será deliciosa - Dice el hombre con una sonrisa mientras prepara la mesa.

La mujer sirve la comida para ambos.

- Espero que te guste - Dice con una sonrisa amable.

Ten Shin Han come un bocado, al instante sus ojos se abren enormemente.

< Mi boca está en llamas > Piensa sorprendido.

- ¿Te ha gustado? - Pregunta Lunch.

- Sí, pero... tal vez un poco picante para mi gusto. De todos modos está delicioso - Le responde él forzando una sonrisa.

- Oh, supongo que estoy acostumbrada a comer con mucho picante - Dice ella con una tierna sonrisa.

El tercer ojo de Ten Shin Han mueve su pupila hacia todos lados, representando lo mucho que el hombre está conteniéndose para no toser por el picante.

Tras tres platos de comida, Ten Shin Han emite un suspiro.

- Pues después del segundo plato no parecía tan picante - Menciona.

- Me alegra ver que te ha gustado - Dice Lunch con una sonrisa y un pequeño rubor.

- Voy a bañarme al río - Le dice Ten Shin Han tomando una toalla.

- Está bien, yo lavaré los platos - Comenta la chica.

- Déjalos así, ya los lavaré yo mañana antes de ir a entrenar. - Propone el hombre, tras eso sale de la casa y se dirige al río, se desviste y se lava mientras se relaja, entonces mira al cielo con el ceño fruncido - Debo volverme más fuerte, debo protegerla - Murmura, después de eso cierra los ojos y descansa.