Capítulo 6. Poderoso.

119 20 21
                                    

Acua maulló y salió corriendo hacia la puerta cuando está se abrió para encontrarse con Yoongi que se agachó para acariciarla con cariño. Con solo el sonido de la puerta abriéndose, una sonrisa se extendió por el rostro del silfo que se encontraba dentro de la estancia. 

-Cómo llevas el hombro-preguntó el rey adentrándose en la estancia. Jimin levantó la vista de su libro. Últimamente pasaba demasiado tiempo en aquella torre, tanto que cada vez que el rey aparecía por su lugar preferido del castillo, no se extrañaba de encontrarlo allí, leyendo acompañado de Acua o simplemente mirando por la ventana.

-Me duele un poco pero apenas queda rastro de las heridas-explicó animadamente. -Nam me ha dicho que probablemente queden algunas marcas porque tardasteis en encontrarme tras el ataque, pero no me importa, algún día podré contarles a mis hijos alguna descabellada historia sobre cómo volví de la muerte-añadió llevando su mano delicadamente al lugar del ataque. Yoongi dejó ir una bonita sonrisa sobre la ocurrencia del muchacho.

-Déjame ver esas cicatrices-pidió simplemente acercándose al joven. Jimin lo miró a aquellos preciosos ojos oscuros que se habían oscurecido aún más por la preocupación.

-Estoy bien, de verdad, solo son un par de marcas tontas-murmuró quitándole importancia cuando el rey se sentó a su lado. Dejó caer la vaporosa manga de su hombro y dos finas líneas rosadas aparecieron allí en su brillante y bonita piel.

Yoongi las contempló de cerca y maldijo por lo bajo. Como por inercia, sus dedos se alzaron y repasaron las marcas con delicadeza. Aquel gesto, que a simple vista podría parecer casual, se convirtió en algo demasiado íntimo cuando ambos se miraron a los ojos y Jimin dejó escapar un jadeo angustiado por el roce y la sensibilidad de aquellos dedos en su piel. Yoongi parpadeó un par de veces y luego se alejó de repente con la cara totalmente roja. No sabía muy bien el porqué, pero aquella brillante piel le había llamado a ser acariciada con cariño.

-Lo siento, no sé porque he hecho eso-se excusó el joven rey balbuceando. Jimin negó rápidamente con la cabeza para que Yoongi no pensase que le había parecido mal que tocase su piel y subió despacio la manga de la túnica recolocándola en su lugar.

-Tranquilo, es que aún tengo demasiado sensible la zona-minimizó el silfo apartando su mirada de aquel hombre. Ambos se quedaron en silencio y de pronto el aire se cargó de demasiadas cosas. Jimin no quiso mentirse a sí mismo, la piel fría de Yoongi contra su cuerpo le había provocado un extraño escalofrío que había revolucionado aquel alocado corazón bajo las finas capas de su ropa.

-Doy por hecho que todo va bien con Nam entonces-comentó el mayor unos minutos después para romper el incomodo silencio que se había formado a su alrededor. Jimin se encogió de hombros y agachó la mirada visiblemente incómodo.

Pensó en el muchacho de los bonitos hoyuelos y sonrió ligeramente. Se habían visto sólo una vez más, y la cosa no había ido más allá de un par de besos tontos y algún tocamiento más allá de la ropa, pero tanto Jimin con Namjoon no habían sentido la necesidad de volver a estar juntos para satisfacerse. 

-Debo ir a hacerle el relevo a Eleanor con Jinnie-dijo levantándose de repente. Yoongi lo miró serio aun con las mejillas coloreadas por el anterior incidente y asintió un par de veces.

-Ve tranquilo, luego nos vemos-dijo únicamente. Caminó hasta la ventana y tropezó con la alfombra que decoraba la estancia.

Jimin asintió rápidamente y dejó el libro que llevaba en las manos apoyado en la pequeña butaca que había movido hasta la ventana. Luego se despidió de Yoongi y salió volando por la puerta de la torre. Ninguno de los dos se explicaba porque el ambiente se volvía tan irrespirable cuando estaban juntos.

ERIA/YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora