Melania era una corredora callejera. A menudo, la policía casi la atrapa, pero las calles pagaban las facturas.
Tenía conexiones. Le debía a su amigo un favor que terminó en Melania siendo capturada por el Soldado de Invierno y aterrizó en el radar...
La cabeza de la mujer salió disparada del perro con el que estaba jugando, apartándose el pelo de la cara, una pequeña sonrisa en su rostro cuando se volvió para mirar a James.
"¿Qué pasa?", Preguntó, alborotando el pelaje de Axel con ambas manos una última vez antes de levantarse. Lo miró de arriba abajo, viendo el atuendo que llevaba antes de caminar hacia él con sus guantes en las manos.
"¿Vas a algún lado?", Preguntó, entregándole el par de guantes. James asintió, quitándoselos de las manos y poniéndoselos.
Ante su silencio, ella le arqueó una ceja. "¿Qué está pasando en esa mente tuya, eh?", Preguntó, yendo a la cocina, con James siguiéndola. "Has estado así desde que me desperté", dijo, mirando el reloj.
El hombre apoyó la barbilla en la parte superior de su cabeza mientras se paraba detrás de ella, mirando mientras sacaba algunas verduras para cortar. Un pequeño gruñido se le escapó.
"No quiero dejarte aquí sola", dijo en voz baja. Melania sonrió para sí misma suavemente ante sus palabras. "Nico y Axel están aquí. Y además, sé cómo cuidarme '', le dijo.
Otro gruñido vino de James, uno más bajo que indica que todavía no se sentía bien con toda la situación, lo que hizo que Melania frunciera el ceño mientras se daba la vuelta.
"¿Qué tal si llevas a Nico contigo? Si eso te hace sentir mejor", señaló, mirando al felino negro que estaba encima de Axel.
James tarareó. "Está bien... supongo que funciona", dijo, todavía un poco inseguro, pero pudo seguir adelante de todos modos. "Mantente a salvo, ¿de acuerdo Sun?", Dijo, alborotando su cabello. Melania se quejó mientras le apartaba las manos y se arreglaba el cabello, pero seguía sonriendo a James cuando ella asintió con la cabeza.
"Por cierto, ¿qué pasa con el apodo?", Preguntó, colocando a Nico en el hombro del asesino que le gimió suavemente. James negó con la cabeza. "Nada de qué preocuparse", dijo.
Melania tarareó, encogiéndose de hombros. "Simplemente no os metáis en problemas", dijo mientras hacía señas para que se fueran, Axel de pie cerca de la mujer. James asintió mientras Nico y él salían del apartamento.
Podrían hacer esto.
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James miró los dos collares azul marino inquisitivamente, con el rostro ligeramente oculto por el sombrero negro que llevaba.
