Melania era una corredora callejera. A menudo, la policía casi la atrapa, pero las calles pagaban las facturas.
Tenía conexiones. Le debía a su amigo un favor que terminó en Melania siendo capturada por el Soldado de Invierno y aterrizó en el radar...
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ᴬⁿᵈ ᵃˢ ᴵ ˡᵃⁱᵈ ᵗʰᵉʳᵉ ʰᵉˡᵖˡᵉˢˢˡʸ
ᴬ ᵐⁱˡˡⁱᵒⁿ ᵈⁱᶠᶠᵉʳᵉⁿᵗ ᵗʰᵒᵘᵍʰᵗˢ ᶜᵃᵐᵉ ᵗᵒ ᵐᵉ
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ENERO
''Para de quejarte.''
"No me estoy quejando"
''Sí, lo estás haciendo.''
''No, no lo hago.''
Melania se cruzó de brazos y se apoyó contra la pared, frunciendo el ceño mientras lo hacía. "Estás hambriento de poder", le dijo.
Winter puso los ojos en blanco. "Estás actuando como una niña", le dijo, acercándose para colocar una mano en su cabeza. "Puedo hacer esto yo mismo", trató de decirle.
La mujer suspiró. "Al menos déjame tratar tus heridas", le ordenó, el tono familiar no es uno con el que jugar. Winter gruñó molesto pero fue a tomar asiento de todos modos.
Melania fue a buscar el botiquín de primeros auxilios mientras Winter se quitaba la camisa oscura que llevaba. Aunque la herida no era lo suficientemente profunda para suturar, no dudó en tratarlo de todos modos.
Cuando ella comenzó a trabajar, él echó la cabeza hacia atrás, mirando alrededor de la habitación del hotel en la que estaban. Se mudarían de Albania y regresarían a Serbia. La ansiedad de volver a dirigirse a Rumanía estaba presente en ambos.
"¿Con quién te las arreglaste para pelear esta vez?", Preguntó ella, arrullando suavemente cuando vertió el alcohol isopropílico sobre la herida para limpiarla.
''Algunos agentes de Hydra afuera de un bar. Nada que no pudiera manejar '', gruñó. Melania asintió, sabiendo que mientras él no dijera nada más, ella no obtendría nada más.
"¿Cuál es el plan para hoy?", Preguntó, asegurándose de que el vendaje estaba lo suficientemente bien puesto antes de que sus ojos se encontraran. Los de ella básicamente le suplicaban. "¿Puedo ir a la ciudad?" preguntó ella vacilante.
Winter esperaba ese día, y ahí estaba. Desde que le dispararon, él se había mostrado más protector con ella. Al no querer pasar por otra experiencia cercana a la muerte, se convertiría en una de sus prioridades para protegerla de cualquier daño.
"No", finaliza, la palabra se había vuelto tan familiar para Melania lo que la hizo fruncir el ceño. "Es demasiado peligroso", le dijo. La mujer se burló. "¿No te golpeé el trasero una vez?"
Una breve e imperceptible sonrisa cruzó su rostro. "No volverá a suceder", le aseguró, tratando de apartar su mente del hecho de que no podía ir a la ciudad.
No funcionó.
"¿Pero te matará dejarme salir?", Preguntó. "Estamos bien en su mayor parte y nadie sospecha nada", suplicó. "¿Por favor? ¿Con ojos de gatito?" preguntó con un puchero, sosteniendo a Nico en su rostro.
