C A S I O P E A [Jasper Hale]

26 ▪︎ F U T U R O

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- Definitivamente no voy a volver a salir de casa. Jamás. 

Fueron esas las últimas palabras que la familia de vampiros escucharon pronunciar a Cassie antes de que esta se levantara de la mesa de la cafetería con los pantalones llenos de café. Isabella había tropezado al pasar por su lado, derramando todo el contenido de su taza sobre las piernas de la pelirroja. 

Si bien su instinto de supervivencia le gritaba que no se moviera de su sitio, Jasper no pudo evitar seguir los pasos de la bruja, sólo para asegurarse de que estaba bien. O tal vez para encontrar un momento en el que conversar a solas. 

No tardó en encontrarla sentada en las escaleras de la entrada, con las piernas al sol y una mancha de considerable tamaño sobre su pantalón blanco. Escuchó como maldecía en voz baja, diciendo una y otra vez las ganas que tenía de enterrar a Bella cien metros bajo tierra. 

- Ya sabes que Isabella es algo torpe - habló, llamando su atención, y recibiendo una mirada de sorpresa que no tardó en convertirse en una cargada de indiferencia. 

- Es idiota, que es distinto - respondió finalmente, cuando Jasper ya creía que ni una palabra saldría de su boca - ¿Qué haces aquí? 

- Quería saber si estabas bien. 

- Me han tirado una taza de café, Jasper - murmuró, pronunciando su nombre por primera vez desde que había llegado - No es que eso supongo algo catastrófico para mí. Aunque si para mis pantalones - miró sus piernas con tristeza - Eran nuevos. 

- Siempre puedes ir con Alice a comprar otros. 

- ¿Y ser una víctima del capitalismo? - negó lentamente - Trataré de limpiarlos. 

Mientras la conversación tenía lugar, el vampiro había ido avanzando hasta situarse a su lado, donde muy lentamente se dejó caer, como si temiera asustarla y que, de un momento a otro, desapareciera. 

- Alice no deja de hablar de tu amiga - se aventuró a decir, cambiando de tema. 

- Normal - esbozó una pequeña sonrisa - Tat tiene ese efecto en la gente. Es inolvidable. Aunque en Alice más. 

- ¿Le ha pasado lo mismo que...? 

- No soy yo quien tiene que responder a esa pregunta - le cortó antes de que pudiera continuar - Y menos a tí - añadió, sin llegar a mirarlo. 

- Cass yo... - sin que pudiera darle tiempo a terminar la frase, un coche se detuvo frente a ellos, en el aparcamiento, provocando que la pelirroja se pusiera en pie de un salto. 

- ¿Por qué no vuelves dentro, Jasper? - le propuso, girándose para, esta vez sí, mirarle - Y dile a Rose de mi parte que puede venir a casa sobre las 6. Ni Geralt ni Tat estarán ahí.