2 ▪︎ L O S C U L L E N

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La mañana transcurrió con tediosa lentitud, y la pelirroja no veía el momento de abandonar ese edificio lleno de adolescentes cuyo tema de conversación recurrente era la llegada de una nueva alumna, es decir, ella misma.

Se dejó caer sonoramente en una de las mesas de la cafetería, que se encontraba completamente vacía. Había puesto una excusa para salir quince minutos antes de su clase anterior, matemáticas. No quería tener que cruzarse con más personas. Comería rápidamente y se largaría de ahí.

Para cuando el timbre que anunciaba el fin de la clase sonó, Cassie todavía se encontraba sentada en la mesa, con la vista clavada en el techo, completamente perdida en sus pensamientos. Fue consciente de que las personas iban poco a poco entrando en el lugar. Todas la miraban con aparente sorpresa, pero ninguna se acercaba.

Eso le hizo fruncir ligeramente el ceño. ¿Qué estaba pasando? Desvió sus ojos del techo para deslizarlos por el lugar hasta que se encontró con los de Eric, el muchacho que tan afanosamente la había recibido.

"Nos vemos en el almuerzo", recordó sus palabras, y agradeció que el chico no hiciera ademán de acercarse.

Sus ojos se apartaron del asiático antes de que a este le diera tiempo siquiera a pensar en saludarla. Estuvo cerca de cinco minutos jugueteando con un par de tomates que no había comido, hasta que sintió la presencia de alguien a su alrededor.

Tras ajustarse nuevamente las gafas de sol alzó la cabeza para encontrarse con una intensa mirada por parte de una, para nada fea, rubia.

- ¿Puedo hacer algo por ti? - preguntó tras unos segundos en los que se dedicó a admirar semejante belleza. Era la típica mujer que te hacía dudar de tu sexualidad.

Las personas que la acompañaban, las mismas que había visto en el aparcamiento, eran igual de bellos. ¿Es que acaso todos ellos eran dioses griegos? No le extrañaría.

- Estás en nuestro sitio - se limitó a decir con cara de pocos amigos. Su voz, pese a estar cargada de molestia, resultó ciertamente melodiosa para lo oídos de la pelirroja.

C A S I O P E A [Jasper Hale]Where stories live. Discover now