22 ▪︎ T R A N S F O R M A C I O N

1.4K 138 22
                                    

{•••}

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

{•••}

- Tenía pensado ir al cine con Mike, Jacob y las chicas, y me preguntaba si querrías venir con nosotros. 

Casiopea cerró con fuerza su casillero para encontrarse  con la mirada de la cervatillo. La escaneó de arriba a abajo antes de negar lentamente. 

- Lo siento, estoy ocupada - respondió finalmente mientras avanzaba con la intención de alejarse de ella. 

- ¡Pero si no te he dicho cuando! - bufó Isabella con enfado caminando rápidamente para poder alcanzarla. 

- No me importa cuando es, porque no voy a poder - la pelirroja se detuvo con cansancio - Tengo que entrenar. Las cosas se están poniendo feas y no puedo perder el tiempo fingiendo que me caes bien y que quiero pasarme dos horas encerrada contigo en una sala. 

- ¿Feas en que sentido? - preguntó, frunciendo el ceño e ignorando todo lo demás. 

- Pero si no te he dicho cuando - bufó con enfado, alcanzándola segundos más tarde.

- No te lo puedo decir, así que no insistas - añadió al ver que hacía ademán de abrir la boca para replicar. Mientras hablaba retomó su caminar, por lo que no tardó mucho en llegar al coche - Sea como sea, disfruta con tus amigos. Creo que te viene bien un poco de distracción y normalidad. 

La castaña quiso replicar, pero Casiopea no le dio la oportunidad. Sintió la puerta del conductor cerrarse frente a sus narices, y lo último que vio fue el coche de la pelirroja alejarse a gran velocidad. 

- Ojalá algún día tengas un accidente - masculló con enfado mientras se dirigía a su gastada camioneta - No te soporto.

Si Cassie hubiera oído las palabras de Isabella, se habría echado a reír. La humana tampoco era de su agrado. En los últimos meses había dedicado su tiempo y esfuerzo en hacer todo lo posible porque no se hundiera en una oscura depresión, pero ahora que ya había salido de ella, ya no era su problema. Ya no sería tarea suya mantener con vida a la humana con instintos suicidas. 

Llegó a su casa veinte minutos después, mental y físicamente agotada. Geralt, Tat y ella llevaban ya varios días entrenando a altas horas de la madrugada, preparándose para una batalla que presentían que se avecinaría pronto. 

Agradeció encontrarse sola en la casa, pues necesitaba algo de tiempo para sí misma. Subió arrastras hasta su habitación, donde no tardó en dejarse caer sobre la cama, dejando escapar un profundo suspiro. 

Su mirada se perdió en el techo de la habitación hasta que la imagen de Jasper acudió a su mente. Soltó un gruñido mientras se frotaba la cara con frustración. La noche anterior había soñado con aquel maldito vampiro. 

Había resultado ser un sueño de lo más real, pero al despertar no había querido darle muchas vueltas al asunto. 

Se sentó sobre la cama antes de dirigir la mirada hacia su mesilla de noche. Había aguantado muchos meses sin abrir el sobre que contenía la letra de Jasper, pero en ese momento ya no pudo más. Con manos ligeramente temblorosas abrió el cajón para coger el sobre amarillento. 

C A S I O P E A [Jasper Hale]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora