C A S I O P E A [Jasper Hale]

11 ▪︎ S W A N

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L

os días fueron pasando, y la relación entre Casiopea y los metamorfos se estrechó. Tras convencer a Geralt de que tenían que volver para que él conociera un poco más a Leah, terminó compartiendo muchas tardes con Paul Lahote, a quien más delante se le unió un chico igual de moreno y con una brillante sonrisa, Embry Call.

Durante las tarde que pasó en La Push tuvo también oportunidad de conocer a Jacob Black, quien al parecer era amigo de Isabella Swan, y a Seth Clearwater, el hermano de Leah. Todos ellos fueron de su agrado, incluso el serio de Sam Uley, que parecía estar permanentemente de mal humor hasta que, por supuesto, se encontraba con su queridísima Emily.

Pese al buen ambiente que allí había, no era muy difícil intuir que algo raro pasaba entre algunos miembros. En más de una ocasión quiso preguntar, pero decidió que era mejor no hacerlo, no quería meter la pata.

- Es tan seria... - suspiró Geralt mientras iban camino del instituto – Intento conocerla, hablar con ella, que me cuente cosas y... A veces pienso que consigo que se abra un poco, pero vuelve a cerrarse cuando es consciente de ello.

Cassie sonrió ligeramente. No había tenido oportunidad de conocer mucho a Leah, pero lo poco que había visto de ella le había bastado para saber que la seriedad y el silencio era algo que la caracterizaban.

- Siento que ella no es así – respondió tras unos segundos en los que le estuvo dando vueltas – Cuando la miro veo dolor a su alrededor – comentó al recordar el aura de tristeza que siempre parecía estar envolviendo a la chica.

- Es difícil hablar con ella – bufó.

- Pero es tu destino, y te necesita – puntualizó, abriendo la puerta del copiloto cuando el vehículo se detuvo a unos metros de los Cullen, que ya habían llegado – No te rindas, tarde o temprano la conocerás a fondo – se inclinó para besar suavemente su mejilla antes de bajar.

Realmente lo creía así. Ella había tenido la suerte de conocer a Jasper, que si bien era siempre muy formal y caballeroso, hablar con él era sencillo, y disfrutaba de su compañía, pues siempre tenían algo que decir. Una pequeña sonrisa floreció en sus labios cuando se encontró con sus ojos, y no tardó en llegar a su encuentro para dejar un suave beso sobre los mismos.