¡Vamos a por el décimo!

3.5K 385 580
                                    


7...

Antes de que lleguemos al final me gustaría preguntarles algo:

¿Hay algo que quieran que pase antes de llegar a este?

Puede ser algo que no haya añadido aún a la historia o algo que quieran leer, para hacer que estos capítulos sean muy especiales 💕

Narras tú

Habían pasado dos semanas y Liam no se despegaba de Lyra, por suerte a ella no le molestaba. Louis se la pasaba todo el día jugando con Draco, Leia y Oisin. Pero Liz solo los miraba y se preocupaba de que estuvieran bien, sin hacer nada más.

La vi sentada a unos metros de Louis, que le enseñaba a Draco a hacer trucos, así que aproveché para acercarme a ella y sentarme a su lado.

–Nadie les hará daño– me miró –Tampoco a ti– suspiró mirando sus manos –Sé que debe ser difícil...– negó.

–No lo creo– dijo en un susurro.

Puedes confiar en mí– me miró –Puedes contarme lo que pasó– negó, y aunque yo ya sabía porque me contaron los antecedentes cuando vino la asistente social, quería que ella se liberara de aquella carga.

–¿Para qué? No va a borrarlo– dijo mirando a su hermano nuevamente.

–Pero me ayudará a entenderte y a saber qué necesitas para sanar– me miró.

–No quiero que sienta más pena por mí– fui a tomar su mano, pero la quitó.

–No siento pena por ti, Liz– me alejé y un poco para no incomodarla –Si en algún momento te sientes lista, puedes contarme o a Katie...o a Lyra, somos tu familia y estamos aquí para ti– sonrió levemente –Nunca vamos a obligarte a nada, aquí todo es a tu ritmo, ¿Está bien?– asintió.

Gracias– desvió su vista.




———




–¿Quieres jugar?– le pregunté, nos miró y negó.

–Claro que no quiere jugar, sabe que perderá contra mí– dijo Lyra y Liz la miró.

–Yo te patearía el trasero– Lyra negó.

–Si no lo comprobamos, entonces no es cierto– Liz se acercó a la mesa y le repartí sus cartas.

Jugamos y al parecer nos pusimos de acuerdo para, sin que se notara, dejar que nos ganara.

–¡Uno!– dijo emocionada y me crucé de brazos, seguimos la ronda y ganó.

–Ya no quiero jugar– se rió –¡Has ganado ocho partidas!– soltó una carcajada.

–Pero si solo hemos jugado siete– asentí.

–Pero estoy segura de que ganarás también la siguiente– nos reímos y seguimos jugando.

Cuando ya era tarde, acostamos a los pequeños y nos fuimos a acostar. Le quité la camiseta a Katie para besar sus pechos y alguien golpeó la puerta. Me quejé dándole un último beso a sus pezones perforados, se puso la camiseta y se levantó a abrir la puerta.

–¿Qué pasa?– preguntó suavemente y vi a Liz en la puerta.

–¿Están ocupadas?– negamos y Katie la dejó entrar. Se sentó en una de las sillas y suspiró, comenzando a llorar.

No me acerqué a abrazarla para no incomodarla, pero me senté en la orilla de la cama esperando a que hablara.

–Mis...mis padres necesitaban mucho dinero– dijo sin mirarnos –Y...ellos encontraron una forma para obtener dinero fácil...– nos contó todo y con Katie no pudimos contener el llanto.

Lugar de paz -KATIE MCGRATH Y TÚ-Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang