The angel of death [# 2]

Capitulo 16

Celeste Black.

Tras la partida de los hermanos Riddle subí a mi habitación, a cambiarme, no sabia lo que me iba a esperar en la casa de Ojo Loco.

Me pase por la habitación de Kathya y la observe jugar con el perro y Gellert. Al caer la noche no me gustaba que saliera a jugar al jardín. Mi pequeña me miro y me regalo una gran sonrisa, haciendo que mi corazón se hinchara. La deje allí y baje las escaleras, llegué a la sala principal y me tape los ojos al ver como mi padre se besaba con mi madre.

Era asqueroso.

- ¿Dónde vas? – pregunto Regulus.

- A la casa de Alastor Moody. Tengo que hablar con él – informe y me despedí de ellos.

Sali de la mansión y me puse la chaqueta, hacia frio. Me aseguré de que la varita estuviera en su sitio y me aparecí frente a su casa.

Ojo Loco siempre fue un tanto paranoico, pero tras el ataque de Crouch su locura creció, siempre estaba alerta, y sabia que yo no iba a ser bien recibida en su hogar, mi padre es un mortifago y yo una ex convicta.

Esquivé algunas trampas anti mortifagos y me adentré en la casa. Podría decir que estaba bien para una persona como Ojo Loco. Pase a la sala de estar y ahí estaba él, esperándome con la varita en la mano. Agarre la mía y se la tiré, para que supiera que venia en son de paz.

- ¿Qué haces aquí Black? – pregunto, bastante hostil.

- Primero que nada, buenas noches, y segundo, esto va para largo así que vamos a calmarnos y a sentarnos, no vengo a pelear contigo Ojo Loco – le dije, serenamente.

Él bajo la varita gruñendo y se acercó a su sillón cojeando, me causa mucha gracia como anda, y no por que esta cojo, si no porque siempre lleva esa cara de gruñón y, sin duda, si fuera una persona normal, jamás caminaría al lado suya por la calle, parece que te va ha comer en cualquier momento.

- Bien – gruño - ¿Qué pasa? –

- Hace unos días me entere que hay una forma de matar al innombrable. No confío en nadie, pero tú eres diferente, se que buscas lo mejor para la población mágica –

Sinceramente la población mágica me daba igual, pero mi ahijada no, por lo que tengo que tomar cartas en el asunto.

- Te escucho – hablo, ahora, un poco menos malhumorado.

- Mi ahijada, Kathya Volkov-Black, es la elegida para matar a Tom, pero solo hay un problema, tiene tres años y no voy a dejar que lo haga. Puedo hacerlo yo misma, de esa manera salvaría a mi ahijada y a Harry Potter, pero necesito tu ayuda para hacerlo –

Su ojo me repaso y por un momento me sentí desnuda, él asintió y me dio una señal para que siga hablando.

- Tom va detrás de las reliquias de la muerte, la varita de sauco, sobre todo, y esa es la de Albus. La varita te obedece si desarmas o matas al dueño anterior, Tom piensa que es solo te obedece si lo matas por lo que tengo la ligera sospecha de que piensa que si mata a Albus la varita será suya. Soy descendiente de los hermanos de la fábula de las reliquias de la muerte. La varita me obedecerá, pero esto no lo puedo hacer sola, muy a mi pesar –

- No me fio de ti Black, tienes un expediente un tanto extraño – me judgo.

- Soy una psicópata, manipuladora y egocéntrica. Me gusta el dolor en las personas, en pocas palabras soy una sádica sedienta de poder y dinero, pero jamás le haría daño a mi ahijada, y si tengo que matar a Tom por ella lo hare – dije sincerándome – Esto es mas grande de lo que podamos imaginar Ojo Loco, la única amenaza no es Tom si no que hay otra persona detrás mía. Yo lo denominaría como un examante loco, el problema es los estragos que esta creando dentro y fuera de la comunidad mágica –