Capitulo 8

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Habrá canciones de nuestro tiempo.

Disfrutad.

Kathya estaba en su gran habitación subida en la cama, la pequeña, pese a su corta edad, entendía muchas cosas, una de ellas era el hecho de que habían asesinado a sus padres a sangre fría. Y eso no debería saberlo una niña de 2 años, casi tres. Ella siempre fue diferente, y lo sabía. No se parecía en nada a su madre, o a su padre, y no físicamente, si no que sus pensamientos eran distintos. Ella no valoraba ni lo más mínimo la vida de las personas, desgraciadamente ella era una copia exacta de su tatarabuelo, Gellert Grindelwald. Por obvias razones nadie sabia de su procedencia, seria todo un descontrol saber que el mago tenebroso se había reproducido, y que uno de sus familiares era su copia exacta.

Ella adoraba con toda su alma a Celeste Black. Pero seamos sinceros, la chica se lo había dado todo. No la malcrió como se le suelen hacer los sangre pura que están dentro de la elite mágica, Celeste le enseña el valor del dinero, ella no dice quiero algo y automáticamente se lo da. Porque eso supondría que fuera una niña mimada, y Celeste odiaba a las niñas mimadas. Kathya era una copia exacta de la azabache. La misma arrogancia y maldad, y Celeste sabia de sobra lo que su ahijada era. Por esa misma razón le enseñaba, en base a sus ideales, lo que tenia que hacer en cada ocasión.

La pequeña se levantó de la cama y fue hasta la habitación de su madre, la cual estaba abierta. Celeste estaba en el tocador retocándose su maquillaje mientras "Serial Killer" de Lana Del Rey sonaba de fondo. Algo realmente irónico. Kathya se acerco a ella y se sentó a su lado haciendo que Celeste le mandara una corta sonrisa.

- ¿Qué vestido llevare mamá? – cuestiono la menor viendo como su madrina se delineaba el ojo.

- Uno parecido al mío – le contesto Celeste.

La chica miro el vestido negro que estaba colgado en una de las paredes de la habitación. Era largo con un corte de sirena, el cual dejaba a la vista sus piernas hasta la rodilla, la parte de arriba tenia encaje haciendo unas finas mangas y tenia un escote en pico que llegaba por encima del ombligo. Era precioso. Al lado se encontraba un vestido negro del mismo encaje. Tenia la falda de vuelo y sin escote alguno. Debajo de estos se encontraban un par de tacones de color rojo sangre con plataforma, y al lado unas bailarinas del mismo color.

La chica miro su vestido emocionada y despues sus ojos bicolores se dirigieron a su madrina, quien se estaba pintando los labios. Furcio el ceño y le toco suavemente el brazo llamando su atención.

- Conocí una mujer que me dijo que pintarse los labios es de rameras – le dijo y Celeste sonrió poniéndola en su regazo.

- Cariño, un labial no determina si eres una ramera o no. Yo siempre me los pinto y no lo soy. Mi madre y mi tía se los pintan y no lo son. Incluso Lucifer se los pinta. No te dejes llevar por lo que dice la gente – le hablo suavemente

- Esa mujer me dijo que los hombres no deben maquillarse porque eso es de gais, ¿el abuelo Lucifer es gay? – siguió cuestionando.

- No. El abuelo Lucifer es bisexual, le gustan los hombres y las mujeres. Al igual que yo. Además, el maquillaje no es solo de mujeres. ¿sabes lo bien que le queda la sobra negra al abuelo Regulus? –

- Si, lo he visto. Esa mujer estaba loca –

- Así es cariño. Tu nunca permitas que piensen por ti. Si alguien se quiere maquillar es cosa suya. No te debes meter en la vida de los demás –

- Lo sé. Yo debo acabar con sus vidas, pero solo la de las personas malas, para que no puedan hacerles pupa a otras personas – recito haciendo sonreír a Celeste.

The angel of death [# 2]Where stories live. Discover now