The angel of death [# 2]

Capitulo 23.

Aviso: violación e incesto. 

Leed la nota del final, es importante. 

Azacel Riddle.

Eran las nueve de la mañana y yo seguía despierto en la sala común, Celeste no había regresado y eso solamente hacía que mis miedos aumentaran, se cómo es mi novia, un pecado andante, y tenía miedo de que le hicieran algo.

Puedo ser un poco celoso, pero ciertamente nadie puede culparme, veo como la miran, como la desean, y eso me enfada. Confío lo suficiente como para saber que no me engañara con nadie, ella no es así o eso quiero creer.

Cuando veo a Draco salir de su habitación me pongo malo porque tengo miedo a perderla, miedo a que encuentre alguien mejor que yo y eso solamente provoca celos enfermizos en mí, celos que con nadie he tenido pero mi chica es especial.

Cuando la veo entrar los celos surgen, pero los intento restringir, lleva la jodida camisa de Draco Malfoy. Me acerco a ella a toda velocidad y la inspecciono, noto moratones y por sus ojos, los cuales brillan con maldad, sé que ha matado a alguien, cosa que no me disgusta, pero si me asusta un poco, no quiero que alguna vez le hagan daño a ella.

—Cariño — me dice tocando mis ojeras —¿Has dormido algo?

—No, estaba esperándote.

Me sonríe y deja un beso en mis labios, cosa que me provoca una sonrisa de oreja a oreja. Me agarra de la mano y me sube a su habitación donde se cambia poniéndose ropa cómoda, mandó a Draco para decirle a los profesores que no se encontraba nada bien, y yo bueno, me da igual no ir a clases.

Nos tumbamos en la cama y se apoya en mi pecho haciendo que yo coloque una mano en uno de sus pechos, los cuales me encantan. Su respiración cada vez es más lenta y sonrío cuando noto que está dormida. Miro su rostro y sin poder evitarlo mi corazón de hincha, tiene los labios entre abiertos con una expresión serena, cosa que me encanta, parece una jodida muñeca durmiendo.

No soltare palabrería bonita diciendo que sería incapaz de hacerle daño, porque eso es totalmente mentira, Celeste y yo jamás podremos tener algo del todo sano, y es una realidad que agobia, pese a que aparentamos ser personas normales no lo somos, y como consecuencia, nuestra relación tampoco. La primera vez que la vi solo deseaba follarmela y matarla, pero ahora, ahora no deseo matarla, pero si hacerle daño, y ese es el problema. El único que sería capaz de amarla bien seria Theodore, porque él si es normal.

No hablo de un daño físico como tal, quiero destruir esa faceta de chica perfecta sin ningún problema, que su mayor preocupación es aprobar y conseguir un buen trabajo, porque, aunque haya estado encerrada, al salir, esa faceta no se borró gracias a que fue declarada inocente.

Sé que ella quiere matarme muchas veces y que no lo hace por alguna extraña razón, pero eso en cierta parte me alivia, porque sé que no me haría daño. Deseo hijos con personalidades horribles que lleven mi pelo y sus ojos, deseo casarme y demostrarle al mundo mágico que es mía.

—Amor— habla somnolienta y la miro —Hoy, asesine a alguien.

—Lo sé, te lo he notado.

—Y, todo va según planeaba, seremos los reyes.

—Lo que más amo de ti es tu seguridad.

—Amas todo de mi cariño, hasta lo más oscuro.

Sonrío y ella hace lo mismo mostrándome su dentadura perfecta.

La beso y no tarda en corresponderme, poco a poco se convierte en algo fogoso y se sube sobre mi sin abandonar mis labios. Aprieto su cintura y la obligo a moverse mientras siento como mi miembro se endurece, ese es su jodido efecto en mí.