Capítulo 7

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Narrador Omnisciente.

Jerome estaba tumbado en la cama de Celeste mientras la chica estaba en su escritorio ordenando unos papeles. En ellos estaba detallado el negocio de los Pucey para hacer el ataque. Las entradas y las salidas del local, el contra-hechizo para poder entrar y salir sin ser visto. El personal que trabajaba allí y las prostitutas que habían sido secuestradas. Sus familias ya habían sido informadas de su posible liberación y todas estuvieron bastante agradecidas con la azabache.

El chico de ojos azules se levantó y se posiciono detrás de Celeste. Él la rodeo con sus brazos dejando un beso en su mejilla. No la había tocado de más porque ella seguía incomodándole el contacto físico, y lo último que quería Jerome era que Celeste saliera corriendo. La chica no le presto demasiada atención y el chico salió de la habitación en dirección a la cocina, donde se encontraban los elfos domésticos. Régulus lo intercepto en el camino y lo estampo contra la pared agarrándole los hombros haciendo que el chico lo mirara confundido.

- ¿Qué quieres de mi hija Jerome? – pregunto amenazante.

- Nada malo desde luego señor Black. Se que no confía en mí, pero realmente me gusta su hija – contesto sin mostrar ningún tipo de nerviosismo.

- Si le haces daño te matare con mis propias manos. Celeste puede ser todo lo madura que tú quieras pero nadie la dañara mientras yo este con vida. Y si tengo que asesinar al sobrino del señor tenebroso lo haré sin pestañear – lo amenazo fríamente pero el chico no se inmuto.

- No busco hacerle daño a su hija -.

El hombre lo libero y se marcho por el oscuro pasillo no sin antes darle una mirada de advertencia. Lo cierto es que a Jerome si le gustaba Celeste, pero no tenia sentimientos demasiado profundos, es decir, él no tenia la capacidad de sentir como las demás personas lo hacían. Tanto él como Celeste no eran personas a las que se podían definir como las mas sentimentales, y todos lo sabían. El chico era un poco mas frio que ella, y -pese a que no salía en la profecía- había demostrado ser un digno amante para la chica. Le era leal, y no hablo de las infidelidades, si no que fue capaz de ocultarle secretos a Lord Voldemort, y no le pesaba ni lo mas mínimo. Al igual que ayudo a Draco el curso anterior con la brigada inquisitorial sin recibir nada a cambio.

El chico, tras comer algo, subió a la habitación para encontrarse a Kathya en la cama de Celeste, tumbada poca abajo mientras jugaba con un par de coches muggles. Juguetes que le regalo Jerome. El azabache la miro y se tumbo a su lado bajo la atenta mirada con heterocromía de la pequeña Kathya. La chica le sonrió maliciosamente y su cabello se volvió verde. Se levanto con rapidez y se dirigió corriendo al baño para encontrar tanto sus cejas como su cabello tintado con un verde chillón. Gruño y volvió a la habitación haciendo que Celeste riera al ver su cambio de look.

- El verde te queda bien tito J – lo alago Kathya riendo.

Celeste la acompaño en las carcajadas. La adolescente se agarro el abdomen e intento recuperar el aliento, pero cada vez que veía la mirada enfadada del chico no podía evitar reírse a mas no poder. Jerome gruño e intento que su pelo volviera su color original, pero fallo en el intento. La chica se levanto con la varita en la mano y murmuro un hechizo haciendo que el pelo del chico volviera a su estado original.

La pequeña se levanto e intento correr, pero sus planes se vieron frustrados cuando Jerome la agarro y la subió a su hombro mientras le hacia cosquillas. La chica se retorció de su agarre, pero de poco sirvió.

- ¡Ayúdame ma... – la pequeña de cabello blanco corto la frase al darse cuenta de lo que iba a decir.

- Sal un momento Jerome – demando la azabache viendo a su ahijada quien tenía el rostro sonrojado.

The angel of death [# 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora