The angel of death [# 2]

Capítulo 12

Celeste se levantó con el gran brazo de Jerome rodeando su cintura. Se giro lentamente para ver al chico aun durmiendo; sus labios estaban entre abiertos mientras pequeños suspiros salían de ellos, su rostro trasmitía paz pura. Comenzó a dejar pequeños besos por su cuello mientras el chico se movía debajo de ella, comenzó a bajar por sus clavículas y de un movimiento se subió sobre él, despertando a Jerome quien tenía una sonrisa pícara en su rostro.

- ¿No es muy temprano? – murmuro con la voz ronca y ella negó.

- Nunca es temprano amor – susurro y se agacho para conectar sus labios.

La lengua aterciopelada de su amante conecto con la suya. Le agarro el trasero apegándola aún más a su erección matutina haciéndola gemir. Jerome la agarro de las caderas y la coloco debajo de él sonriendo en el proceso, comenzó a dejar besos por todo su rostro. Lentamente fue bajando hacia su cuello, chupando y mordiendo su punto dulce dejando marcas. Celeste agarro sus antebrazos mientras pequeños suspiros salían de sus labios rosados.

Siguió bajando quitándole la camiseta de camino, dejando su torso descubierto. Pellizco sus pezones erectos ganándose un gemido de su parte, para despues abofetear su pecho. Dejo un rastro de besos hasta sus muslos los cuales mordió. Ella subió sus piernas a los hombros de su amante dejando su calor en su rostro. Jerome le quito los pantalones y la ropa interior y, con un dedo, comenzó a tocar su botón rosado.

- Oh Merlín – gimió la azabache.

Jerome sonrió sobre su calor y se hundió en él. Su hábil lengua lamia su clítoris mientras que sus otros dos dedos la penetraban. Ella agarro el cabello del azabache mientras arqueaba la espalda. Su lengua hacia maravillas en su punto nervioso haciéndola gemir con fuerza; curvo dos de sus dedos en el interior de Celeste provocando que la nombrada gimiera fuertemente.

Quería que Jerome estuviera dentro de ella. Lo agarro del cabello y lo subió conectando sus labios en un beso fogoso y necesitado. Se probó a su misma. Una de las finas manos de la azabache comenzó a descender con lentitud hasta llegar al dobladillo de la ropa interior de su amante. Metió la mano tocando la dura polla de su chico haciéndolo gemir contra sus labios.

Celeste paso la lengua por los labios de Jerome moviendo su mano de arriba abajo. El chico metió uno de sus dedos en la boca de su amante haciendo que ella lo rodeara con la lengua, chupándolo mientras batía con sensualidad sus espesas pestañas negras, dándole ojos inocentes.

Sin poder aguantar más, Celeste le dio la vuelta a Jerome, quedando encima suya, y comenzó a introducir su pene dentro de ella. Jerome echo la cabeza hacia atrás gimiendo con rudeza mientras apretaba con bastante fuerza la cadera de Celeste. La chica, al igual que él, gimió gustosa sintiendo como estaba en su estómago.

Comenzó a hacer movimientos lentos solamente con su cadera intentando acostumbrarse al tamaño de Jerome. El chico estaba borracho de placer, se había acostado con varias mujeres, pero ninguna era como Celeste.

La chica apoyo sus manos en el pecho lleno de cicatrices de Jerome acelerando sus movimientos. El chico la agarro del trasero dejando palmadas fuertes, haciendo que se quedara completamente rojo. Celeste echo la cabeza hacia atrás y se movió aún más rápido.

Jerome la agarro de la cintura, rodeándola con sus brazos juntando sus pechos. Doblo las rodillas con los pies apoyados en la cama y comenzó a follarla desde abajo mientras Celeste gritaba sin pudor alguno.

- ¡Por Merlín! – gimió Celeste - ¡Justo ahí Jerome! –

- ¿De quien eres? – gruño el azabache dándole una cachetada en el trasero mientras la follaba con fuerza.