JeongHan y JiSoo vivieron con una promesa.
Como líderes de la organización clandestina más temida de Corea, son criminales. Son malas personas. Pero a ellos nunca les importó. Lucharon por un propósito y ese era deshacerse de toda la escoria del mun...
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Siguió mirando, porque ¿cómo no iba a hacerlo?
Los ojos en forma de almendra, los labios rojos y regordetes, era demasiado familiar. Tan horriblemente familiar. Sin los brillantes iris color avellana y algunas pequeñas características, SeungCheol era realmente casi una copia al carbón de él.
La viva imagen... de su difunto líder.
Choi SeungCheol era el hijo del líder.
Y eso significaba que JeongHan no cumplió su promesa.
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Las cejas de SeungCheol se fruncieron en confusión, sin entender lo que acaba de decir el mayor.
-"¿Qué?"-. Preguntó, pero no recibió respuesta.
JeongHan y JiSoo permanecieron completamente inmóviles en el suelo. Ambos en silencio, ambos mirando fijamente. SeungCheol estaba a punto de preguntarles de nuevo cuando escuchó una risa dolorida a su lado.
Yeong, que estaba en el suelo, sangrando por más de una herida de bala, aún logró hacer una sonrisa triunfante.
-"¡Mirad!"-. Declaró con la mayor confianza. -"El heredero de UnderWorld"-.
Comenzó a reír, lo que provocó que saliera más sangre de su boca y de los agujeros de bala. Su cuerpo le recuerda mientras cuenta sus últimos segundos.
-"Viva el príncipe"-. Dijo antes de caer una extremidad, similar a su unidad.
SeungCheol enfrentó a sus hyungs de nuevo, incluso más desconcertado que antes. -"¿Qué quiso decir con eso?"-. Miró de un lado a otro, tratando de encontrar la mirada de alguien solo para darse cuenta de que todos estaban evitando su mirada.
-"¿Alguien puede explicar qué está pasando? ¿Qué quiso decir con el heredero de Underworld?"-. Su voz se elevó, cada vez más enojada por ser el único desorientado.
Las ideas fluían por su cabeza tratando de procesar todo lo que acababa de suceder, pero cada solución que pudo reunir parecía un salto de lógica. No cuadró. Muy pronto su cerebro estaba demasiado sobrecargado, no tenía idea de lo que estaba sucediendo.
