JeongHan y JiSoo vivieron con una promesa.
Como líderes de la organización clandestina más temida de Corea, son criminales. Son malas personas. Pero a ellos nunca les importó. Lucharon por un propósito y ese era deshacerse de toda la escoria del mun...
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-"¿Por qué no me dijiste que su madre era parte del caso de drive-by?"-. Preguntó JiSoo en el momento en que él y JeongHan estuvieron solos. -"Tienes suerte de que yo sepa cómo seguirte el juego"-.
-"HanSol me lo había dicho de antemano y estábamos a punto de discutirlo contigo cuando apareció Jun. ¡El niño ya estaba aquí! No podía dejar pasar esa oportunidad. Además, me conoces tan bien que estoy seguro de que respaldarme no fue tan difícil"-. JeongHan gimió, poniendo su brazo sobre el hombro de JiSoo.
-"Da igual"-. Dijo, dejándose llevar por su colíder.
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La muerte y el asesinato no eran un aspecto nuevo para él. Ha visto cómo se les quita la vida a los demás y él mismo ha causado la muerte de la gente. Con la vida en la que se metió, todo fue solo violencia. Un lío borroso de rojo.
Eso es lo que significó para él perderlo todo. Lo último que tuvo fue su vida, pero algunos no ven ningún sentido en tenerla y la terminan ahí, o hay quienes la mantienen y pasan el resto de su tiempo luchando por algo que no saben.
Le dijeron que en el edificio frente al que estaba parado ahora, había personas que eran como él, pero que encontraron algo por lo que valía la pena apostar sus vidas. Sea lo que sea en lo que se ha metido ahora, lo está haciendo por su madre y el resto de las personas que perdieron la vida.
Si muere en el intento, bueno, realmente no le importa.
-"SeungCheol... ¿verdad?"-.
SeungCheol se dio la vuelta y miró hacia arriba para encontrarse con los ojos de una nueva figura. Había esperado que Chan fuera a saludarlo primero, o incluso a los otros miembros que había conocido antes, pero no se iba a quejar.
Incluso con la forma en que se eleva sobre SeungCheol en altura, el tipo tenía un rostro acogedor. Su cabello era de un color azul oscuro que se desvanecía en negro en las raíces y, sinceramente, a SeungCheol le gustaba. Siempre había querido el cabello teñido así.
-"Si, soy yo"-.
El hombre sonrió y sacó su mano, SeungCheol instantáneamente se la estrechó.
-"Soy MinGyu, soy el que ayuda a los novatos cuando llegan por primera vez, ¡así que no dudes en preguntarme cualquier cosa! Vamos, estoy seguro de que los demás realmente quieren conocerte"-. Dijo, yendo detrás del chico y empujándolo hacia el edificio.
