Capítulo 16. Friends

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Jihoon huyó de Seungcheol quedando encerrado en el estudio. Continuó buscando pistas que podrían ayudarlo. Agitó los libros, abrió los cajones, rompió los portaretratos, todo era trizas en ese lugar. Se acercó a uno de los sofás que se encontraban en esa habitación quitando los cojines. Había agotado parte de su tiempo. Se sentó en el escritorio para tranquilizarse.

Su mente jugaba con él; le repetía constantemente la escena. Y es que cada vez que pensaba en ello, su estómago se revolvía como si de mariposas se tratara. ¿Se estaba enamorando de Seungcheol? No se conocían. No tenía motivo para estar enamorado. Solo eran dos desconocidos que tenían el mismo propósito, el querer salir de ese lugar. Por lo tanto, no había forma de que desarrollara sentimientos por algo tan estúpido.

La puerta del estudio fue abierta dejando ver a Jeonghan. Al entrar a la habitación cerró la puerta para evitar que alguien entrara. Jihoon lo miró atento; parecía estar sin ánimos. Algo le estaba afectando.

—¿Qué es lo que pasa? –Jihoon miró a Jeonghan. No respondió a su pregunta, y el mayor se limitó a llorar. Jihoon se acercó a él para abrazarlo y consolarlo.– Jeonghan...

—Tengo miedo... –confesó. Jihoon creía saber lo que pasaba en Jeonghan. Y es que, Joshua era la persona más cercana a él desde que llegaron a este lugar.– Jihoon, ya no sé qué hacer. Todo esto me está atormentando. No quiero ser el siguiente.

—Lo sé, Jeonghan. Me siento igual que tú. –intentó calmarlo. Ser fuerte en lo que los demás mostraban debilidad era su especialidad. Le gustaba mentirse a sí mismo.– Pero si nos rendimos ahora, la muerte de ellos será en vano. –Jeonghan lo miró con los ojos llorosos.

—Debí detener a Joshua. Él me dijo que saldría a buscar a la Mafia. No pude detenerlo... –Se sorprendió al escuchar la confesión de Jeonghan. ¿Acaso ambos se habían quedado despiertos?– En cuanto todo sucedió, me invadió el miedo. Me paralice, no supe qué hacer, no pude ver su rostro.

—¿Estuviste despierto? –Jeonghan asintió.– ¿Escuchaste su voz? –Volvió a asentir.

—Lo hice, pero no lo recuerdo. Todo fue demasiado rápido. Solo sé... que Vernon estaba ahí. Vernon está vivo. –Jihoon no podía creer las palabras de Jeonghan. Creía que ese maldito había muerto.

—Necesito que pienses... ¿De quién era la voz que escuchaste? –Jihoon tomó a Jeonghan de los hombros para que se miraran frente a frente. Pero Jeonghan se resistía a hacerlo.– ¿Era Wonwoo? –Jeonghan negó. Había escuchado aquella voz, pero no parecía pertenecer a Wonwoo.– ¿Mingyu?

—No lo sé.

—¿Minghao? –volvió a negar.– ¿Jun?... –Jeonghan no respondió.– ¿Qué hay de Seungcheol?

—No lo sé, Jihoon. Es muy confuso. –Jihoon soltó a Jeonghan. Se acercó al escritorio posando las manos en este. Su única oportunidad estaba fuera de su alcance.– Lo siento...

—No tienes que pedir disculpas. –Volteó con el mayor.– Necesitamos salir de aquí.

Se escuchó un ruido fuera de la habitación. Jihoon y Jeonghan se miraron entre sí confundidos. Salieron de ese lugar viendo a Seungcheol herido. Tenía una cortada en la mano, mientras que Minghao sostenía un cuchillo en su mano derecha apuntando a Jun que parecía intentar calmarlo.

—¿Qué está sucediendo aquí? –preguntó Jihoon. Jeonghan se acercó a Seungcheol para curar la herida que tenía en la mano. Tomó un pañuelo de tela para cubrir su mano. Necesitaba enjuagar y desinfectar la herida.– Respondan.

—Suelta el arma, Minghao. –dijo Jun ignorando la pregunta de Jihoon.– Vamos, confía en mí.

—No confío en ninguno de los dos. –haciendo referencia a Seungcheol y a Jun.– Jihoon, uno de ellos dos es la Mafia. –señaló a ambos.

—¡Eso es mentira! –dijo Seungcheol. Comenzó a sentirse débil, y eso, Jeonghan lo había notado.– Yo no soy la mafia.

—Seungcheol ya perdió demasiada sangre. Necesitamos hacer algo. –comentó Jeonghan. Jihoon se acercó a Seungcheol para revisarlo. Necesitaban cerrar la herida.

—Minghao, suelta el cuchillo. –Wonwoo llegó al escuchar los ruidos. Apuntó a Minghao con el arma que traía. Minghao comenzó a reírse. Wonwoo lo miró mal.– ¿Qué es tan divertido?

—¿Ahora te volverás el lameculos de Seungcheol? –su voz se escuchaba sarcástica. Wonwoo chistó ante su pregunta.– Eres patético.

—Será mejor que digas tus últimas palabras, porque si la Mafia no te mata, yo lo haré. –Wonwoo preparó el arma con la intención de disparar. Mingyu lo detuvo poniendo su mano en la muñeca de Wonwoo.– Mingyu.

—Wonwoo, no cometas una tontería que te condene. –le dijo Mingyu. Wonwoo desvió la mirada de Mingyu bajando el arma.– Minghao, tú también.

—¡No! –alzó la voz. Mingyu intentó acercarse para calmarlo.– Alejate.

—Escucha, Minghao. Puedes confiar en mí, yo no soy la Mafia. –intentó calmarlo. Minghao comenzó a bajar el cuchillo que tenía.

Jun vio la oportunidad de agarrar a Minghao. Cuando bajó por completo el cuchillo, se acercó a él para quitárselo. Dejó inmovil a Minghao. Mingyu intentó apartarlo pero Wonwoo lo detuvo. Mingyu estaba forcejeando pero Wonwoo no cedía. La puerta se abrió.

—¡Maldita sea! ¡Suéltame maldito bastardo! –exclamó Minghao intentando escapar. Jun no lo dejaba.– ¡Jun!

—¡Wonwoo! Minghao es nuestro aliado. –Mingyu quería apartar las manos de Wonwoo pero el mayor no lo dejaba.

—¡Basta, Mingyu! –ordenó Wonwoo.

—Mingyu. –Seungcheol se puso de pie para hablar.– Creemos que Minghao tiene algo que ver. –Jihoon analizó la situación. Miró sin comprender a Seungcheol. Creía que le dejó en claro sobre vigilar de cerca; no tomar medidas drásticas.

—¿Tú también? –preguntó Wonwoo con seriedad. Mingyu lo miró con reproche.– La actitud de Minghao me ha parecido extraña desde que se acercó a mí. Lo mantuve a mi lado solo porque no confiaba en él. –explicó. Mingyu logró separarse de Wonwoo.

—¿De verdad lo crees? –murmuró Mingyu. El menor lo tomó de los hombros para que lo mirara. Wonwoo clavó la mirada en el suelo.– No creo que Minghao sea capaz...

—Las cosas como son, Kim. –respondió firme.– Si piensas en ponerte de lado de Minghao, sabrás las consecuencias. –amenazó.

Mingyu no supo qué decir ante su amenaza. Solo se quedó callado mientras Jun y Wonwoo metían a Minghao dentro de la sala. Parecía ir en cámara lenta. Cuando se dio cuenta de todo lo que sucedía. Había un voto en contra de matarlo y cuatro a favor de hacerlo. No había forma de que las cosas se arreglaran. No había forma de que su voto marcará la diferencia. Estaba solo en esta decisión.

—Wonwoo. –Mingyu llamó a Wonwoo con voz suplicante. El mayor lo miró a los ojos esperando su respuesta, esperando la sentencia de Minghao.– En el siguiente turno, mátame.





Mingyu besaba los labios de Wonwoo. Estaban los dos sobre la cama, uno al lado del otro dejando pasar el momento entre besos y abrazos. Wonwoo acariciaba la cintura de Mingyu.

—¿Confías en mí? –preguntó Mingyu después de un momento de diversión entre ambos. Wonwoo rió por su pregunta, subió encima de su cuerpo para mirarlo al rostro.

—Me convenciste, confío en ti. –Wonwoo bajó los labios sobre el cuello de Mingyu para comenzar a besar aquella zona.– Esto se quedará entre nosotros dos. –se levantó para comenzar a vestirse.

—Wonwoo. –Giró la vista al menor al escuchar su voz.– Si salimos de aquí con vida, quiero estar contigo. –Wonwoo comenzó a reírse.

—Demasiado cursi. Pero haré una excepción. No planeo dejar que nadie te toque.

"Minghao era civil" "Mafia seis, civiles uno"

—¿Es tu decisión? –Mingyu asintió.– Bien.

Wonwoo salió de ahí dejando a todos desconcertados. Se estaban agotando las personas, la presión cada vez era más fuerte. Jihoon cada vez sentía que no podía confíar en nadie. Ahora todos debían estar por su cuenta. Los amigos no existían, no en ese lugar. 

Mafia Game - SEVENTEENWhere stories live. Discover now