17. ¡Sé que estoy loca!

35K 1.9K 327
                                    

Anna

Ver a Maddie cruzar por el umbral de la puerta había detenido todos y cada uno de los recuerdos y pensamientos grises que me invadían y recordaban todo lo que había ocurrido. Recuerdos que más que placer me llenaban de molestia.

Desde aquella noche, el hecho de ver el cambio que produjo en mi terca hermana mis acciones hace que me sienta algo culpable.

Mi conciencia se ha tomado la molestia de hacer su trabajo últimamente, solo para atacarme y carcomerme la mente. Señalándome y acusándome de lo que evidentemente sí hice.

Dañé mental y físicamente a mi hermana. Pero es cierto lo que había dicho hace tiempo: El juego no era con ella. Aunque también recuerdo haberle dicho que no era un juego, ella fue quien se lo tomó así.

Y sí, estoy consciente del trauma que yo le causé.

No me arrepiento de haber matado a Ashley en lo absoluto, pero sí un poco de herir a Maddie. No estaba en mis cabales cuando lo hice. Estaba cegada por la ira, el rencor y el odio. Este último es un terrible veneno. Destruye el alma y te hace sufrir.

Yo solo quería paz... y la obtuve, pero ciertamente duró poco, puesto que Maddie se fue al psiquiátrico, pero ahora volvió y todo es raro otra vez. Siento que nada terminará bien.

El que Maddie me confesara hace dos años que "veía" a Ashley me alteró. Aún recuerdo esa noche a la perfección.

Ella había estado llorando, temblando y su piel estaba tan fría como un glacial. Aún recuerdo sus ojos azules profundos, llenos de terror, llenos de miedo.

Aún recuerdo la forma tan abrupta en la que mi pecho se apretó y tuve un nudo en la garganta. Ella estaba demasiado aterrada.

Me contó sobre los ojos del "espectro" en el que se convirtió Ashley. Que la perseguían y atormentaban y ni siquiera la dejaban dormir.

No creo en los fantasmas, pero tampoco creí en ningún momento que Maddie mintiera. Jamás la creí loca. Entonces... ¿Qué tenía Maddie?

Un trauma.

Es lo único de lo que me he convencido. Lo único que tiene sentido. Me niego a creer otra cosa.

Dañé a Maddie cuando solo quería acabar con mi tormento y recuperar a mi hermanita después de celebrar de la reciente paz obtenida.

No merezco el perdón de Maddie... y no lo necesito.

Por un momento creí que ella había olvidado todo... que le habían ayudado y drogado para olvidar lo que ocurrió aquella preciosa noche, pero al ver cómo de sus labios algo resecos salía mi nombre en diminutivo me di cuenta de mi equivocación.

Ella recordaba. Lo recordaba todo.

Por su penetrante mirada era más que obvio que ella quería retarme, enfrentarme por una desconocida y probablemente ridícula razón para mí.

Solo espero que recapacite y no lo intente, porque no me inmutaré, no seré tan despistada y no la subestimaré como la última vez. Será mejor que no intente nada. Me importa un bledo el que acabe de llegar del psiquiátrico... esta actitud no es nada normal.

Los ojos de Maddie estaban dilatados y oscuros. Su voz era extrañamente ronca y profunda, como si acabara de despertar luego de haber dormido todo el día, lo cual hizo.

-Son las 11:00 pm., Maddie. Lo único que quiero ahora es descansar. He estado tratando de conciliar el sueño sin lograrlo. Mamá ya está descansando, ¿Por qué no vas a descansar tú también?

Mi hermana es una psicópata ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora