PERO QUE ESTOY HACIENDO?

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"Y quien era yo para negarme?"

Asentí de forma torpe y comencé a retroceder hacia atrás paso a paso. Ingresé a la densidad del bosque con su característico aroma a pino rodeándome.

Mientras salía de ahí, otra criatura tres veces mucho mas grande que las otras, pasó corriendo a toda velocidad a mi izquierda sin notarme, estaba mucho mas interesado en la luz que irradiaban los poderes de Ikaris.

-Pero que estoy haciendo?.-Me auto-cuestioné parando mi andar, notando lo cerca que estaba de la salida.-Porque me voy? Son tres contra él. Podrían herirlo...

Me di la vuelta con la valentía al cien, comenzando a deshacer lo andado. Miré mis manos esperando que brillaran en respuesta pero nada. Si voy a volver allá, no seré un estorbo.

-Venga, venga.-exigí tronando los dedos como si eso funcionara.-Parecía mas fácil cuando estaba enojada.-sopesé impotente. Eso es! Sentimientos

Llegué al filo del claro donde Ikaris realmente, pero realmente batallaba un pelín.

-Cassie vete de aquí!!!.-pidió él forcejeando al darse cuenta de mi presencia nuevamente.-Mierda!-maldijo al ver un Deviant acercarse a mi dirección de forma amenazante. Se zafó con el que luchaba, para taclear el que me amenazaba.

Y fue ahí cuando lo vi. Realmente lo vi. Luchaba por protegerme. No solo esta vez, muchas otras que no pude presenciar. Esta escena se repitió durante años y ni siquiera lo sabía. Verlo así, me abrió los ojos. Me di cuenta de lo desconsiderada que fui con él. Se a esforzado y sacrificado tanto por mantenerme a salvo y yo deseaba hacer lo mismo por él.

Cerré mis ojos sin importar las bestias delante de mi. Canalicé todo el revoltijo de emociones dentro de mi, evocando todo lo que podía dar. Fuí mas profundo. Mas que cualquier otra vez en mi vida.

Una mano enfrente de la otra. De ellas nació una hermosa esfera dorada. Como oro derretido. Y unos curiosos pero elegantes círculos del mismo color rodearon mis manos.

Los Deviants dejaron de atacar a Ikaris para observarme, analizarme.

Una nueva amenaza se cernía frente a sus ojos.

Inhalé y exhalé creciendo el control sobre el poder cósmico y tambien su tamaño.

El mas grande de los tres Deviants rugió en mi dirección y no tardó en abalanzarse a mi.

Lancé la energía en su dirección y salió volando con tal fuerza que quebró todos los arboles a su paso, hasta perderlo de vista en el horizonte. Sus compañeros rugieron atacándome a la vez. Ikaris no perdió el tiempo y derribó a uno de ellos, mientras yo me encargaba del otro con mayor facilidad que él, gracias a mi agilidad al burlar cualquier tipo de ataque. Natasha estaría tan orgullosa de mi, al ver que logré dominar su método de combate que tanto se esmeró en enseñarme.

El Deviant cayó al suelo y no quería darle oportunidad de levantarse, pero el me tumbó con su alienígena y pegostiosa cola larga, enrollándola en mi pierna. Se posicionó arriba de mi y rugió de forma feroz en mi angelical rostro, llenándome de babas causándome arcadas. Justo antes de que levantara su pata con enorme garras, coloqué mi mano donde debería estar su extraño corazón he irradié toda la energía que aun conservaba mi exhausto cuerpo. El se quejó al sentir su carne ser quemada, y yo grité de asco al sentir mi delicada mano atravesar su rugosa piel hasta sentir sus organos internos. Incrementé el poder y el animal terminó explotando en mil asquerosos pedazos.

Mi bellisima ropa, arruinada!. Escupí intentando sacar de mi boca ese horrendo sabor a carne quemada.

Ikaris ya había terminado a su oponente. Solo que se quedó a ver el espectaculo tranquilamente. Él tenía una sonrisa orgullosa en su rostro, mientras me extendía la mano para ayudarme a levantarme.

THE LOST LEGACYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora