NO LO PIDAS, ORDENALO!.

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-Gracias por recogernos. Nos salvaste la vida!.-dije mientras los tres bajabamos del auto. Una de las mansiones Maxwell en esta parte del mundo delante de nosotros.

-No es nada. Lo sabes.-respondió alivianado. El pobre condujo durante seis horas de noche para llegara a donde nosotros y otras seis de regreso.

-Tía Ell!!.-gritó una pequeña niña saliendo del gran portón de entrada.

-Pero miren a esa pequeña tan hermosa!.-exclamé de regreso cargándola en vuelo. La niña rio de forma escandalosa aferrandose a mi cuello.-Como haz estado Lydia?

-Mejor ahora que estas aquí. Te extrañe mucho, mucho!.

-Pero si solo han pasado unos meses.

-Por eso lo digo. Siempre nos veíamos cada semana!.

-Es que ya no me necesitas mas. Ahora tienes a tu madre de regreso contigo.

-Esa señora yo ni la conozco!. Dice ser mi madre, pero no lo siento como tal. Me asfixia. Yo te quiero a ti. Llévame contigo y con mi abuelo!.-exigió la menor sin soltarse de mi. Volte a ver a Allen que miraba la escena con triztesa. Ya me había contado sobre su situación familiar. Cosas como estas, siempre me hacen reflexionar sobre si hicimos bien al revertir el chasquido. Tal vez solo debimos traer de regreso a nuestros seres queridos y dejar al mundo en paz.

-El Blip fue algo bueno para muchos...pero dejó consecuencias.-dijo él agobiado por el desapego de su hija para con su esposa.

-Donde esta Abu? Porque no vino contigo?.-preguntó Lyria descolocándome como siempre que se mencionaba a mi padre. Esta era una de las tantas razones por las que me aislé de todos.

-Él...abuelo esta enfermo.-se apresuró a decir Buck notando mi silencio. La niña lo observó de manera curiosa al desconocerlo.

-Quien es él?

-Es su esposo cariño.-respondió Allen.

-Su esposo?.-repitió ella mientras yo asentía.

-Entonces es mi tío!.-gritó ella dado saltitos, mientras se acercaba a él abrazándolo por la cintura por su baja estatura. Lydia era una niña en extremo cariñosa.-Mira papi! Tengo nuevo tío!.

-Solo no lo ahorques.-bromeó Allen con un poco de verdad. No sabía como reaccionaria el hombre con niños. Se incomodaría o no?

-Esta bien.-respondió el aludido aceptando el acaparamiento de la infante. Jamás le han molestado los niños.

-Tienes un brazo de metal.-exclamó ella asombrada.

-Nop! Es Vibranio.-le corregí.

-El metal mas fuerte del mundo! Como el escudo del Capitán América. Es increíble!.-dijo emocionada colgándose del brazo para ver si lograba sostener su peso.-Levanta! Levanta!

Bucky sonrió y levantó el brazo con la niña acuestas. Ella reía a carcajadas, feliz de su nuevo acompañante de juegos. Era una lastima que ella no pudiera compartir tiempo con Steve y Nat. Los habría amado de inmediato y viceversa.

-Asi que...recién casada he? Intentaré ignorar el echo de que no fui invitado.

-Lo siento. Solo fue de repente! Estábamos cenando y decidimos casarnos.-respondí alegre por mi nuevo estado civil, mientras caminábamos a la puerta de entrada con los otros dos un tanto detrás de nosotros jugueteando. Lydia no lo soltaría durante mucho tiempo. Era triste pensar que ya lo quería mas a él por ser mi esposo, que a su propia madre que ve como una desconocida.

THE LOST LEGACYTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon